La importancia del grupo musical en los bebés

La música aporta grandes beneficios a los más pequeños de la casa. En otras ocasiones os hemos hablado de cómo ayuda a su desarrollo tanto cerebral como del habla y de la expresión corporal y hoy queremos contaros la importancia de realizar la música en grupo para contribuir a su desarrollo social.

Los bebés están descubriendo constantemente. Aprenden de lo que les rodea e interiorizan todo con una facilidad asombrosa.  En nuestras clases de Baby Music comienzan  a interaccionar con otros niños de su edad y los adultos que les acompañan. Estas experiencias tempranas les ayudan no solo a comprender el mundo que les rodea, sino también a formar parte de un grupo, de una sociedad en miniatura. Os contamos algunas cosas importantes desde el punto de vista social que experimentan los bebés en nuestras clases:

Cantar en grupo

Al escuchar a todo un grupo cantando, su estímulo es mayor ya que no lo reciben de una única persona. Esto les incita a querer imitar lo que escuchan en mayor medida y a sentir que forman parte de algo que creamos entre todos. Se sienten parte de un grupo que hace música en conjunto y del que aprenden constantemente.

Compartir instrumentos

Cuando aparecen en escena los tambores, las maracas y demás instrumentos de percusión, están deseando tocarlos. Algunos empiezan a mostrar preferencia muy clara por algún instrumento y otros quieren tocar todos los que ven a su alrededor a la vez. A medida que pasa el tiempo, entienden que los instrumentos son de todos y de forma progresiva se consigue que los niños desarrollen la paciencia y aprendan a compartir con los demás.

Expresarse a través de la música

La música pasa a ser el vehículo de expresión del grupo. Ya sea a través de un baile en corro, un ritmo con percusión corporal o un juego de dedos, los bebés se expresan y comunican con los demás miembros del grupo y asumen la importancia de cada uno de ellos dentro del mismo.

Esto no solo es importante para los niños, sino también para los papás y mamás que comparten experiencias entre ellos. ¡Os animamos a que os unáis a uno de nuestros grupos de Baby Music! Podéis venir a probar una clase sin compromiso a El Acebuche de Rivas (Plaza Joan Miró 6) reservando vuestra plaza a través de info@littlemsuicalsteps.com.

Cómo elegir profe Suzuki para tu peque

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Shinichi Suzuki, creador del método que lleva su nombre, dejó un mensaje muy claro para todas las familias sobre la importancia de elegir un buen profesor. Lo podemos leer en la página de introducción de todos los volúmenes de este repertorio y dice algo como:

– Para el padre: los credenciales son algo esencial en el profesor que elijas. Te recomendamos que le pidas al profesor los suyos, especialmente aquellos relacionados con la formación en el Método Suzuki. La experiencia en este método debe ser positiva, donde exista una estupenda y cercana relación entre el niño, el padre y el profesor. Por ello, escoger al profesor adecuado es de gran importancia.

Cuando nosotras decidimos embarcarnos en la aventura de enseñar flauta a niños desde los tres años, sabíamos que estábamos ante un reto que requería de una formación muy específica y decidimos apostar por ello, realizando el Nivel 1 de Método Suzuki para Flauta Travesera en Holanda en 2008.

Esto fue sólo el comienzo para nosotras, ya que a partir de ahí empezamos a aprender sobre esta enseñanza y no hemos dejado de hacerlo ni un solo día: años después pudimos realizar la formación de Nivel 2 y ahora estamos cerca de iniciar el siguiente de los cinco niveles, pero, sobre todo, aprendemos día a día de nuestros pequeños flautistas y sus familias.

Esta doble transferencia es satisfactoria y se hace posible gracias a nuestra manera de acercarnos al niño y a la filosofía con la que abordamos el reto del aprendizaje: nuestro objetivo no es crear pequeños virtuosos del instrumento, sino que los niños disfruten de la música y la compartan en su entorno, crezcan con ella de manera que ésta les haga felices y les ayude a ser mejores personas.

En la enseñanza es tan importante el «qué» como el «cómo», por lo que nuestra prioridad es siempre adaptarnos al niño para que se sienta a gusto, se divierta y se motive para aprender.  Trabajamos en cada clase por crear una relación de respeto pero también de confianza y afecto, donde todos estemos cómodos para compartir la vivencia.

Hay muchas otras actividades en las que el padre o madre no puede supervisar el profesorado que tiene su hijo, pero en Suzuki sí es así porque los adultos participan activamente en las clases. Os animamos a buscar un profesor Suzuki que tenga formación oficial y que os haga sentir a gusto en el aula, para que la aventura musical de vuestros pequeños sea una gran experiencia.

 

¿Por qué tocar un instrumento musical es bueno para tu hijo?

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Siempre decimos que una de las recompensas más valiosas que tiene nuestro trabajo es ver crecer a nuestros alumnos de la mano de la música. Gracias a ella, se desarrollan en los niños muchas capacidades que les serán útiles en el futuro. La música es una actividad tan completa, que las dos partes del cerebro se ven implicadas en ella. El lado derecho está especializado en sensaciones, sentimientos y habilidades espaciales, visuales y sonoras y el lado izquierdo está relacionado con la parte verbal, la aritmética y la lógica. Sencillamente, escuchando música se activan varias zonas de nuestro cerebro a la vez. Si tocamos un instrumento musical de forma constante y prolongada en el tiempo, estaremos ayudando al cerebro a desarrollarse de una forma muy completa.

El psicólogo Howard Gardner desarrolló la teoría de inteligencias múltiples. Según esta teoría no existe un único tipo de inteligencia, sino varias. Hoy os contamos cómo la práctica instrumental puede contribuir a algunas de ellas

Inteligencia lingüística

La música es un lenguaje universal, que permite expresarse a través del instrumento. Se presenta como otro idioma más, con su código escrito y sus sonidos que los niños asimilarán de forma natural al aprenderlo igual que su lengua materna.

Inteligencia lógico-matemática

Las estructuras musicales, los ritmos regulares e irregulares, cambios de compás y un largo etcétera permiten desarrollar el lado matemático. De esta forma que la música se estructura en la cabeza de los peques, ayudándoles a pensar de forma lógica.

Inteligencia cinestésica

Los movimientos cada vez más precisos y veloces de los dedos  contribuyen en gran medida al desarrollo de la psicomotricidad. ¡Poco a poco, nuestros alumnos van dando pasitos que les llevarán a hacer cosas increíbles!

Inteligencia intrapersonal

La música es una vía maravillosa para que los niños aprendan a gestionar sus sentimientos y crezcan emocionalmente. Su instrumento musical se convierte en un fiel aliado.

Inteligencia interpersonal

La música nos ayuda a conectarnos con los demás al tocar, a empatizar con ellos y a establecer un canal de comunicación que va más allá de las palabras. ¡Tocar con los demás les hará sentir que forman parte de algo especial!

Por todo esto os animamos a que introduzcáis la música en la vida de vuestros peques. De esta manera apostaréis desarrollar su potencial al máximo. No dudéis en venir a probar una clase con nosotras previa reserva de horario a través de info@littlemusicalsteps.com

 

¡Juegos musicales para el verano!

¡El verano ya está aquí! Vacaciones, viajes… ¡Y mucho tiempo en familia! Un tiempo precioso para pasar juntos y disfrutar: hoy os queremos proponer algunos juegos musicales para el verano. Así podéis divertiros mientras afináis oído, mejoráis coordinación o aumentáis vuestra memoria musical, entre otras cosas.

Hacemos ritmos en el agua y percusión con cubos

A los peques les encanta jugar en el agua, ¡es súper divertido! Y podemos aprovecharlo para cantar ritmos y canciones que conocemos bien y sustituir las palmas en el aire por palmadas suaves contra el agua, con una, otra u ambas manos. Si el ritmo o melodía con la que queremos jugar es largo o lineal, podemos dramatizarlo con las manos moviéndose lentamente debajo del agua… Y cuando nos cansemos y nos vayamos a la toalla a secar, ¡qué mejor instrumento que nuestro propio cubo de arena! Le damos la vuelta y, con la palma de la mano, ¡continuamos con el concierto!

Cantamos y adivinamos canciones en el coche

Llevamos el coche lleno de maletas y cosas, no hay sitio para los instrumentos, pero eso no nos impide hacer mucha música. Podemos jugar en las horas de viaje a adivinar canciones de las que todos conozcamos: con los más pequeños, de hasta tres años, jugaremos tarareando la canción sin letra, mientras que con los mayores, de a partir de esa edad, podemos jugar interpretando solamente el ritmo de la canción con el cuerpo o con palmas, sin entonar su melodía, ¡haciendo más compleja su interpretación y la adivinanza!

Dibujamos figuras musicales en la arena

Tampoco podemos llevarnos de viaje todos nuestros cuadernos y pinturas, pero ¿quién los necesita teniendo el gran lienzo de una playa llena de arena? Podemos dibujar en ella las cinco líneas del pentagrama, su clave o incluso añadir notas adornadas con conchas si esque las tenemos también en la playa. Cuando la ola llegue hasta nuestro dibujo, habrá que cantarle al mar la melodía. ¿Vendrán a escucharnos las sirenas?

¡Feliz verano musical a todos!

Tres beneficios de la música en los más pequeños

Cada vez hay más estudios y expertos en neurociencia y psicología que hablan de los beneficios de la música en los más pequeños.  Aunque son muchos, nosotras hemos querido hablaros de tres de ellos que trabajamos en nuestras clases de forma natural y divertida.

Música y niños

Desarollo cerebral

Según un estudio elaborado por el Instituto de Aprendizaje y Neurología de la Universidad de Washington (Seattle, EE UU), «experimentar patrones rítmicos musicales mejora la habilidad de detectar y predecir patrones rítmicos del habla. Esto significa que escuchar música en edades muy tempranas puede tener un efecto global en las habilidades cognitivas de los bebés«. La mejora de las habilidades cognitivas, como la percepción de distintos patrones, supone un efecto positivo en el aprendizaje a largo plazo«.

Nuestros peques interiorizan las estructuras de la música, sus ritmos, melodías e incluso el vocabulario de las canciones y la cadencia del lenguaje. Para ellos es un juego, ¡pero los beneficios que les aporta son extraordinarios!

Desarrollo de la memoria verbal

Según un estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Hong Kong, «al escuchar música se estimula una parte del cerebro que es responsable de la memoria verbal». De esta manera, la música potencia dicha memoria, que nos parece muy importante también para poder aprender distintos idiomas. En nuestras clases utilizamos la música tanto en castellano como en inglés, por lo que esa memoria verbal se desarrolla desde un principio en ambos idiomas y los niños la asimilan de una forma natural.

Desarrollo de la expresión corporal

Al combinarse con el baile,la música estimula sus sentidos y el desarrollo de la coordinación adaptando su movimiento corporal a los distintos ritmos. Aprenden a expresar el carácter de la música a través del cuerpo y  se abre una nueva vía de comunicación distinta al habla que les permite expresarse.

Si queréis apostar por una enseñanza musical bilingüe con muchos beneficios para el desarrollo de vuestros peques, podéis venir a conocernos y probar una clase gratuita.  ¡Estaremos encantadas de conoceros y enseñaros cómo vivimos y enseñamos nosotras la música!

Juegos de dedos, ¡nos encantan!

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Los juegos de dedos son una parte imprescindible en nuestras clases: además de divertidos y musicales, son muy útiles y ¡valen para todos! Desde los bebés más pequeños, para los que supone una estimulación para trabajar sus primeros movimientos, hasta niños más mayores y adultos, para controlar movimientos muy exactos de sus dedos en el instrumento…

Muchos juegos de dedos son además parte de nuestra tradición, ¿quién no se sabe Cinco lobitos tiene la loba? Son muy buenos para cantar delante de los bebés desde pequeños, transmitiendo música y rima, estimulando el oído, el habla, el lenguaje, la memoria… Poco a poco, los bebés empiezan a usar los dedos por separado, imitando nuestros juegos tanto en música como en movimiento.

Esta práctica tiene distintas ventajas para los niños: a nivel general, les ayuda a desarrollar su psicomotricodad fina, necesaria para su día a día en infinidad de situaciones (agarrar objetos o comida, pulsar un botón, abrocharse…) y a nivel musical prepara sus dedos para empezar a tocar casi cualquier instrumento.

Compartimos con vosotros algunos de nuestros juegos o herramientas para trabajar la psicomotricidad fina:

  • Marionetas de dedos: son super divertidas, a los niños les encantan y las usamos en canciones, audiciones, ritmos… Empezaremos colocandolas en el dedo índice y poco a poco las usaremos en el resto de deos también, moviéndolos de forma independiente.
  • Canciones, audiciones y nursery rhymes, que representamos con nuestros dedos e imaginación: gusanitos que se mueven, flores que crecen, gotitas de agua que caen… ¡Seguro que podéis inventar algunas! También tenemos piezas específicas para mover nuestros dedos y manos, como la canción de las abejas: juntamos dedos de dos en dos, al ritmo de zum, zum, zum, hacen zum, zum, zum, las abejas van volando y la miel recolectando
  • ¡Dedos a dormir!: numerados del uno al cinco, jugamos a apoyarlos en el suelo bien separados, como si estuvieran cada uno en su camita. Repasamos los números mirando cada uno de ellos, ¡les tapamos con una mantita o les ponemos una almohada! Después los despertamos de uno en uno y entonamos una canción para cada dedo, en orden durante los primeros meses y aleatoriamente cuando ya nos los hemos aprendido.

Los juegos de dedos nos sirven para aprender música, movimiento y rima a la vez y pueden practicarse casi en cualquier momento o lugar, por supuesto también ahora en verano… ¡Dedos al aguaaa!

Nuevos retos musicales

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Ahora que estamos cerca del fin de curso, es un buen momento para echar la vista atrás y darnos cuenta de todo lo que han mejorado nuestros peques… Y nuestros ya no tan peques. Año tras año, las profes vemos todo lo que nuestros alumnos avanzan y para nosotras es un orgullo comprobar cómo la música forma parte de sus vidas, ayudándoles a crecer como personas. Poder  participar de ese aprendizaje a lo largo del tiempo, superando los baches y disfrutando de los buenos momentos, es nuestro mejor regalo.

Algunos de nuestros alumnos, que empezaron con nosotras a los dos o tres añitos, hoy tienen ya entre nueve y once años y han empezado a asumir nuevos retos como el paso de nivel del primer al segundo libro del repertorio Suzuki. Pero….¿qué es eso del paso de nivel? Os lo contamos:

En Japón, de donde es original este método pedagógico musical, cuando los alumnos dominan todo el repertorio del primer libro y su profesor considera que están preparados, realizan una grabación de dos piezas de examen que envían a un tribunal de profesores de su instrumento. Ese grupo de profesores, después de ver los vídeos, entrega al alumno una ficha con posibles aspectos a mejorar y otros que le han parecido positivos de su interpretación musical y le otorgan el diploma correspondiente al Nivel 1.

Nosotras hemos querido hacer algo parecido con nuestros alumnos de Flauta Suzuki de Madrid y al terminar el primer libro nos entregan una grabación de nuestras dos piezas de examen: Bourrée de Haendel y Moon over the Ruined Castle de R. Taki. Después de ver la grabación y aportar posibles correcciones para animarles a esforzarse y sacar lo mejor de ellos mismos en el vídeo final, les otorgamos el diploma de Nivel 1 de Flauta Suzuki.

Uno de nuestros alumnos ya lo tiene y otros tres están preparándose para sus grabaciones. ¡Qué ilusión! Les deseamos mucha suerte y esperamos que pronto puedan compartirlo con sus compañeros más benjamines y sigan mejorando cada día, como hasta ahora. ¡Estamos muy orgullosas de vosotros!

¡Jugando juntos aprendemos mejor!

El juego es la base del aprendizaje de cualquier niño. Como ya os hemos contado en otras ocasiones, es su forma de comunicarse y la mejor manera de interactuar con el mundo que le rodea. En nuestras clases de flauta travesera Suzuki, el juego está presente tanto en la clase individual como en la colectiva y es en esta última cuando comparten ese juego con los demás niños, aprendiendo unos de otros y ayudándose entre ellos trabajando en equipo.

Con cada juego que realizamos estamos potenciando una serie de habilidades en los niños como el desarrollo del oído, la psicomotricidad, la asimilación de estructuras musicales, la cooperación, la paciencia, la memoria, la escucha, la concentración y un largo etcétera. Para que veáis cómo lo hacemos os contamos dos juegos grupales que llevamos a cabo en nuestras clases y dos de las habilidades que especialmente fomentamos con ellos aunque no las únicas.

El chinito mandarín

Cuando los peques se saben la letra de esta canción de nuestro repertorio de flauta, hacemos un corro con un niño en el centro que tendrá los ojos tapados. Los que están fuera formando el círculo a su alrededor comienzan a cantar dados de las manos mientras se desplazan en una dirección. Cuando la canción termina, los niños se paran en la posición a la que hayan llegado y el que está en el centro tiene que adivinar qué compañero suyo está detrás reconociendo el sonido de su voz. Esto mismo lo podemos hacer tocando la canción con la flauta en vez de cantando.

Con este juego potenciamos:

  • Discriminación auditiva: El niño que está en el centro tiene que distinguir una voz concreta entre todas las que suenan.
  • Cooperación: Todos los niños que están en el corro tienen que cantar para que su compañero pueda identificar las voces.

El volumen de la radio

Elegimos una canción que pueda tocar el grupo. Uno de los niños será el encargado de subir y bajar el volumen de la radio indicándoselo a sus compañeros con el brazo. Los demás tienen que estar pendientes de ese cambio de volumen ya que cuando este está muy bajo la canción deja de escucharse. En ese momento todos tienen que continuar cantándola mentalmente para que cuando el volumen vuelva a subir puedan retomarla.

Con este juego aprendemos:

  • Desarrollo del pulso interno: Mientras no suena la música y cantan mentalmente, tienen que ser lo más precisos posible con la velocidad a la que piensan la melodía. Al igual que los músicos de una orquesta o de un grupo de cámara, deben de sincronizarse.
  • Concentración: No sólo se concentran pensando la melodía sino que además están pendientes del compañero que sube y baja el volumen.

El juego en grupo  no solo es divertido  sino que además es muy efectivo. Los niños quieren ser parte del conjunto  y jugar entre ellos. Al estar con otros compañeros están más dispuestos a repetir una actividad más veces con los beneficios que eso puede proporcionarnos. ¿Os venís a jugar con nosotras? 

 

 

 

 

La práctica musical en casa

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Todo aprendizaje musical, ya sea general o de un instrumento en concreto,  requiere práctica y entrenamiento constante, al igual que ocurre con muchas otras disciplinas artísticas y la mayoría de deportes, por ejemplo.

Cuanto más se experimenta la música en casa, incluyendo este hábito en la rutina del niño de forma regular, mejor aprenden en las clases o avanzan en la técnica del instrumento: este lenguaje comienza a ser importante en su vida y se convierte en algo más que compartir en el ámbito familiar.

En las clases de bebés la práctica de los juegos musicales en casa, el escuchar audiciones y cantar canciones en la rutina harán que se absorba mucho más todo lo que exponemos al niño (ya estemos cantando con propósitos musicales o usándolo para hacer más ameno el momento de la comida, de vestirse o de ir a dormir…). Además, en el aprendizaje de un instrumento, la práctica en casa es casi imprescindible para que el alumno avance, ya que tiene que asimilar la técnica del instrumento gradualmente, a través de los juegos, ejercicios y actividades.

Estas son algunas ideas importantes sobre nuestro enfoque de la práctica musical en familia, con niños en edades tempranas:

  • Es responsabilidad únicamente del adulto.

Por lo general, cuando un niño se inicia en las clases de música, empieza a cantar espontáneamente en su día a día o, si tiene su instrumento a mano, jugará un poco con él. Sin embargo, es el adulto el que debe proponer el hábito de la práctica regular y guiada por el consejo del profesor.

  • Debe ser regular y constante.

A poder ser, practicaremos todos o casi todos los días un poquito, e intentaremos hacerlo aproximadamente a la misma hora (por ejemplo, por la tarde después de la merienda). ¡Las rutinas son muy importantes en la vida de los niños y la música debe entrar también en ese esquema!

  • Actitud siempre positiva y de juego.

El adulto debe estar siempre atento al ánimo del niño, ya que, al igual que los mayores, ellos pueden tener un mejor o peor día… Asumirán con gusto la nueva rutina siempre que nos adaptemos a ellos y cuidando de que la estimulación sea siempre positiva (el simple hecho de estar practicando ya es algo que celebrar y realzaremos todo lo que el peque haga bien, aunque no sea nuevo).

  • Acertar en qué y cómo practicar.

En las clases de Suzuki es importante apuntar lo que el profesor nos ha dicho que se debe practicar y cómo hacerlo. Muchas veces un acercamiento distinto al adecuado o una meta demasiado difícil pueden desmotivar al pequeño.

  • Adecuarnos a su capacidad de concentración.

La práctica no debe suponer más de cinco o diez minutos cuando el niño es pequeño y va aumentando según su desarrollo y madurez. Ellos mismos lo van pidiendo y demostrando, así que no debemos tener miedo en los primeros años a limitarnos a cantar una canción o montar y desmontar el instrumento para ese ratito.

La práctica musical en casa es siempre un gran momento para compartir este aprendizaje tan bonito con los niños, acompañarles en todos sus pequeños logros y formar parte de su desarrollo. Aunque trabajemos en crear esa rutina, podemos reforzarlo constantemente: ¡a cantar en la ducha, en el coche o en el parque!