¿Cuándo pasar a la siguiente pieza del repertorio?

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El repertorio Suzuki está muy organizado: cada instrumento tiene su metodología adaptada, su formación específica para el profesorado y sus propios libros. En el caso de la flauta contamos con 12 volúmenes que recogen el aprendizaje del instrumento desde los primeros soplidos hasta el nivel profesional.

El volumen 1, con el que inician el aprendizaje nuestros alumnos, supone una evolución técnica y de madurez musical muy grande para ellos: consta de 17 piezas, siendo la primera la popular canción Mary tiene un corderín y la última la Bourré de Handel, por lo que comienzan aprendiendo canciones infantiles y lo terminan interpretando piezas complejas y de calidad musical.

Todos los niños Suzuki van aprendiendo las mismas piezas, lo que facilita que desde el primer día de clase puedan tocar en grupo, aprender del compañero e incluso compartirlo también con alumnos de otros instrumentos en conciertos, cursos y eventos especiales.

Cada pieza del repertorio Suzuki tiene varias etapas de aprendizaje:

Trabajo previo:

Antes de abordar el trabajo propio de una pieza, vamos practicando su «teaching point»: aquel aspecto musical que va a costar un poco más al niño por ser novedad o de mayor dificultad con respecto a lo anterior. Esto también va a suponer un avance técnico para el alumno, así como en el propio repertorio, ya que los libros Suzuki están pensados para que haya escalones periódicos de dificultad que tienen su recompensa en varias piezas sucesivas de las mismas características, de manera que el alumno alterna la dificultad con el disfrute de haber realizado ese esfuerzo.

Trabajo propio de la pieza: 

Trabajaremos de muy diversas maneras para llegar a controlar la pieza e interpretarla de memoria con su acompañamiento y en concierto: cantándola con su letra, cantándola con sus notas, representando las notas con partes del cuerpo, dramatizando la estructura de la canción con una historia, pintando símbolos para sus notas o para las partes de la historia, acompañándola con percusión, con el piano, haciendo juegos…

Después de la primera fase en que cantamos las notas de la canción como una «segunda letra», el alumno alcanza madurez en la pieza: la entiende y controla en cuanto a alturas, estructura, memorización, etc. Es en ese momento cuando podremos empezar el trabajo previo de la siguiente pieza, terminando simultáneamente de perfeccionar ésta.

Trabajo de repaso:

Este paso también es importante. El repaso de todas las piezas aprendidas debe ser constante y nos sirve tanto para dar ejemplo a otros compañeros, como para aprender cuando tocamos solos: por ejemplo, para ejercitar nuestra memoria o para darnos cuenta de que hemos mejorado la calidad de nuestro sonido, el control del aire, o la velocidad de los dedos…

Al igual que ocurre en el resto de nuestras clases, este aprendizaje se lleva a cabo siempre desde un punto de vista positivo, evitando cualquier tipo de competitividad y buscando que cada niño disfrute de la música y aprenda según sus necesidades, a su propio ritmo.

Cursos de Flauta Suzuki para este verano

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Los cursos de verano son siempre un buen momento para disfrutar de la música y avanzar en nuestro aprendizaje: nos sirven para repasar, aprender, motivarnos y y reforzar lo que haya que trabajar técnicamente durante el verano. Son recomendables para los alumnos más pequeñitos y sus familias tanto como para jóvenes o adultos que estudien música profesionalmente. El verano es largo, ¡pueden ser hasta tres meses sin clase!

Algunos aspectos que siempre se refuerzan en los cursos de verano son:

  • Aumentar la motivación: durante los días del curso absorvemos de manera muy intensa estímulos musicales, ya que pasamos muchas más horas de lo normal escuchando y haciendo música. Además de nuestras clases individual y grupal de flauta, donde conoceremos a nuevos compañeros, cada día escuchamos conciertos de otros, tocamos en grupos más numerosos o nos acercamos a instrumentos distintos al nuestro…
  • Avanzar en nuestro aprendizaje: ya sea con nuestro profe habitual o con otro (es muy positivo conocer y dar clase esporádicamente con distintos profes), recibiremos en el curso otro punto de vista y buenos consejos, y llevaremos a cabo una práctica intensa que supone un empujón en nuestra técnica o repertorio.
  • Hacer amigos de música: una parte esencial del curso de verano es el tiempo que invertimos en socializar y conocer a nuevos compañeros u otras familias. Con estos amigos nos entendemos muy bien en muchos sentidos, porque compartimos algo tan importante como es la práctica musical.
  • Asociar la música también con momentos lúdicos: en los cursos de verano casi siempre se realizan otras actividades extra además de las musicales, guiadas por monitores de tiempo libre y profesores de otras áreas (clases de baile, excursiones, talleres artísticos, etc.).
  • Compartir con el resto de la familia la experiencia musical: muchas veces es sólo uno de los padres o adultos cercanos al niño quien le acompaña en sus clases y aprendizaje regular, y los cursos de verano pueden suponer unos días donde compartirlo con los otros miembros de la familia, tanto adultos como hermanos mayores o pequeños, que a su vez pueden recibir sus clases de estimulación musical también allí mismo.

Las profesoras de Little Musical Steps aprovechamos para informaros de dos cursos que llevaremos a cabo este verano de 2016:

Música en la Vera, en Jarandilla de la Vera (Extremadura). Curso Suzuki
Fechas: 24-29 junio
Profesora de flauta: Laura Martín

Curso de Flauta Teodoro Valdovinos, en Chera (Valencia). No es un curso Suzuki, pero una de las profesoras asistentes es Laura Dudley, por lo que podrían darse también clases Suzuki.
Fechas: 17-23 julio
Profesores de flauta: nueve profesores de flauta en total, entre ellos Laura Dudley.

El Curso Nacional Suzuki, que se celebra en Mollina (Málaga) entre el 25 y el 30 julio, tiene todavía la inscripción abierta aunque el alojamiento del centro donde se realiza ya está completo. La profesora de flauta Suzuki allí será Karen Lavie.

Os animamos a buscar el curso que os venga mejor para que los niños aprendan, compartan y disfruten… ¡Y vuelvan a casa con muchas ganas de tocar!

 

La escucha intensiva, ¡fundamental en el aprendizaje musical!


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Escuchar música es algo importante para todo ser humano, durante toda nuestra vida y en momentos y circunstancias de todo tipo… Sin embargo, cuando comenzamos a educar nuestro oído o a aprender a tocar un instrumento, la práctica auditiva se convierte en algo imprescindible. Por ello, nuestras clases están siempre llenas de ejemplos musicales, tanto en directo como a través de grabaciones de música de cualquier época, estilo o género.

En el caso de la Estimulación Musical Temprana (niños entre cero y tres años aproximadamente), la escucha de música fomenta el desarrollo de diversas funciones cerebrales, tanto auditivas como generales. Hemos conocido recientemente el proyecto estadounidense Nuryl, donde sus creadores nos explican los beneficios de la estimulación musical en bebés desde el embarazo hasta los dos años y nos ofrecen una aplicación para dispositivos móviles para llevar a cabo esta escucha intensiva de música.

Por otra parte, en las clases de Flauta Suzuki (con niños de a partir de tres años) utilizamos además un material creado especialmente para este aprendizaje: la grabación de las piezas del repertorio tocadas con la flauta acompañada por un piano y  la grabación de estos acompañamientos a parte. Para los alumnos Suzuki de cualquier instrumento, la escucha intensiva de este material es fundamental:
– Para la aprender el repertorio: los niños asimulan de oído y sin esfuerzo aspectos como la afinación, el ritmo o la estructura de cada pieza. Además, se familiarizan también con las piezas más avanzadas del repertorio, reconociéndolas después cuando escuchan a otros niños interpretarlas, por ejemplo. los niños pueden practicar con el cd cuando ya se han aprendido la pieza…
– Para practicar una pieza ya aprendida: pueden hacerlo con los acompañamientos de piano creados a tal efecto o también por encima de la grabación del instrumento.
– Para crear un ambiente idóneo para la práctica del instrumento, por ejemplo escuchando algunas piezas antes de empezar a tocar, mientras nos colocamos y montamos el instrumento.
– Para aumentar su motivación: cuando escuchamos piezas que nos agradan, ¡aumenta nuestro deseo de hacer música!

Independientemente de nuestra educación musical, mayores y pequeños podemos disfrutar de la música juntos, con distintos tipos de escucha según la situación:
– Escucha inactiva: aprovechando para deleitarnos y nutrirnos mientras hacemos otra cosa, ya que nuestro cerebro, aunque no nos demos cuenta, está procesando mucha información de ese material sonoro.
– Escucha activa: concentrándonos en lo que estamos percibiendo, por ejemplo cantando la letra de la pieza si la tiene, entonando las notas, soplando en la cabeza de la flauta o tocando un instrumento de percusión al ritmo, poniendo los digitación de las notas en el instrumento si las conocemos, o incluso leyendo la partitura simultáneamente…
– Escucha en concierto: sin duda esta es la audición más intensa, al disfrutar de la música en directo y compartirla con el propio intérprete, en el ambiente mágico que se genera.

Es muy bueno, además, escuchar música de distintos tipos, estilos y épocas, acostumbrándonos a valorar características muy diferentes en cada ejemplo y ampliando nuestra creatividad y parámetro musical. Os animamos a incluir un poco más de música en vuestro día a día, como una rutina saludable y placentera: en concierto, en el coche, en casa, haciendo deporte, relajándote… ¡Cualquier momento se hace mejor con música!

La música se crea y se aprende en grupo

El grupo es importante en todas las etapas del aprendizaje musical, desde las primeras clases de estimulación temprana hasta nuestro perfeccionamiento en la edad adulta. El rol del niño va cambiando en las clases a lo largo de su desarrollo, pero el grupo siempre juega un papel fundamental en su formación musical y su crecimiento personal.

Una parte del aprendizaje musical se consigue a través de la práctica en casa, en el entorno familiar, pero hay otra que sólo se puede trabajar en el momento de la clase con los demás compañeros, donde el niño:

  • Se siente parte de la «orquesta» o conjunto musical: para un músico lo más bonito de su trabajo es tocar en grupo y sentirse parte de un todo al crear la música. Esta es la mayor recompensa al trabajo individual y la práctica del instrumento, y en el caso de nuestros pequeños, es una de las sensaciones más reconfortantes que podemos ofrecerles al crear música: hacerlo rodeados de otros niños y adultos y en un ambiente positivo y distendido, compartiendo la experiencia.
  • Escuchar y ver a otros niños: es fundamental para la motivación de los peques el poder ver a sus iguales cantar, bailar, tocar los instrumentos… Observar también cómo los demás aprenden y van mejorando a lo largo de las clases, o cómo podemos incluso ayudar a nuestro compañero de al lado en un momento determinado de la clase.
  • Entender los turnos: en las clases de música practicamos canciones y juegos en los cuales hay un turno para cada niño, a veces intercalados por estribillos o melodías. Así, aprenden a esperar su momento para intervenir cantando o tocando un instrumento y a escuchar a los demás
  • Compartir los instrumentos: el momento de reparto de los instrumentos de percusión es siempre emocionante para los peques. Siendo parte del grupo entienden que no siempre podrán elegir instrumento y que son los encargados de llevar una para ellos mismos y otro para su papá,mamá o acompañante
  • Socializar: son muchos los bebés en clase de estimulación musical que no van a la guardería todavía cuando comienzan a acudir a nuestras clases, así como niños más mayores que necesitan amigos o compañeros  con los que compartir la afición a la música y el instrumento

Practicar música es casi siempre una actividad social, tanto por el hecho de querer transmitirla hacia un público como por crearla con otras personas. Sólo participando de esta forma nuestros niños aprenden y disfrutan de verdad la música, creciendo con un sano sentimiento de grupo que les quedará para siempre.

La postura del flautista, ¡qué importante!



¿Cuál es la postura adecuada para tocar la flauta?

Nos basamos en las ideas de la Técnica Alexander, valiosa no sólo para la actividad musical sino para toda nuestra vida diaria. Estas son algunas direcciones que podemos recordarnos al tocar la flauta o para ayudar a nuestros peques:

  • Cabeza y cuello hacia arriba, creando espacio en la garganta y en la boca.
  • Espalda y pecho erguidos, abriendo nuestra caja torácica.
  • Brazos despegados del cuerpo, buscando longitud.
  • Muñecas en línea recta desde el codo hasta la mano.
  • Manos y dedos redondos y relajados.

¿Cómo lo trabajamos con niños desde tres años?

Debemos hacer hincapié en la postura desde el primer momento en que los niños aprenden el instrumento, de forma que, a través de juegos, quede asentada sin esfuerzo y podamos evitar en el futuro tener que luchar contra posiciones perjudiciales que el cuerpo haya podido memorizar y automatizar.

Alexander explicaba que en nuestros primeros años de vida hacemos un buen uso de nuestro cuerpo y, con el paso del tiempo, lo perdemos. Nuestros peques ya saben cómo colocarse correctamente, ¡podemos aprender mucho de ellos observándolos! Por ello, en clase de flauta sólo tenemos que recordárselo o guiarles al usar el instrumento.

Estos son algunos de nuestros juegos para conseguirlo:

  • Agarramos pelotas de goma en la palma de las manos y con esa sensación ¡nos inventamos unas cuevas para que unos duendecillos puedan venir a dormir!
  • Nuestras manos y brazos se convierten en unas jirafas, que con sus cuellos bien largos suben y bajan a comer…
  • Carrera de arañas: nuestros dedos son sus patitas redondeadas y corren a toda velocidad por la flauta.
  • Practicamos una «preparación para tocar» en cinco pasos, siendo los dos primeros la apertura de los pies (la boca del cocodrilo) y de las piernas, y terminando con nuestros tres puntos de apoyo en la flauta (boca y ambas manos).
  • Cuando se nos olvida luchar contra la gravedad… ¡Nos convertimos en altivos príncipes y princesas!
  • Si nuestra flauta tiende a inclinarse hacia el suelo, nos ayudamos de lápices: los metemos en el extremo de la flauta y seguimos tocando, ¡sin que se caiga!

¿Por qué es tan importante la postura para todo músico?

  • Necesitamos hacer el mejor uso posible de nuestro cuerpo para conseguir el mejor sonido de nuestro instrumento. En el caso de los flautistas, ¡el espacio que creamos en nuestro cuerpo es además la caja de resonancia!
  • Debemos prevenir lesiones: mantenemos posturas «antinaturales» durante muchas horas.
  • Nos ayuda también psicológicamente para conservar una presencia y actitud positivas cuando subimos al escenario.

 

¿Qué papel tiene tu hijo en el grupo?

En nuestras clases de Método Suzuki, alumnos de distintas edades, y niveles comparten semanalmente una clase grupal en la que aprenden unos de otros y hacen música en equipo. Los grupos pueden tener características muy diferentes y en grupos muy homogéneos en los que todos los alumnos tienen un nivel de iniciación, los roles diferenciados tardan más en aparecer. ¿Quieres saber qué papel tiene tu hijo en el grupo? Os presentamos los tres roles principales

«El observador»

En un inicio, los pequeños aprenden del resto. Se unen al grupo y participan de todas las actividades adaptadas a su nivel. Acompañan las melodías del resto con palmas, instrumentos de percusión, soplando botellas o sujetando sus flautas, absorbiendo todo lo que hacen sus compañeros y queriendo imitarles. Es importante que les invitemos a participar de las actividades para que sientan que empiezan a formar parte del conjunto y aprendan a trabajar en equipo.

«El colaborador»

Según pasa el tiempo y va habiendo nuevas incorporaciones en el grupo, se produce un cambio de rol. Ahora siguen aprendiendo de los más mayores, pero pasan a ser el ejemplo de los más pequeños. Sienten que pueden ayudar a otros compañeros y comienzan a ser conscientes de todo lo que han avanzado. Es un momento importante para ellos puesto que empiezan a asumir pequeñas responsabilidades en el grupo.

«El responsable»

En este momento son los que más saben en el grupo y asumen un rol de liderazgo en el que la paciencia juega un papel fundamental. Aprenden a empatizar con los alumnos que están en otras fases de aprendizaje más elementales y son el ejemplo del grupo, dando incluso algún pequeño concierto en clase para los demás compañeros.

Todas estas fases son necesarias para los niños. Es fundamental para su aprendizaje poder ir representando los diferentes papeles y poder asimilar las nuevas situaciones. Formar parte de un grupo en el que desempeñan diversas funciones a medida que pasan los años es muy enriquecedor.

Algunos roles los van a asimilar mejor que otros ya que cada niño tiene una personalidad diferente. Por eso padres y profesores debemos ayudarles a entender cómo su papel cambia porque el grupo también cambia.

Todo esto contribuye a que los niños aprendan a adaptarse a las nuevas circunstancias. Potencia aptitudes y actitudes que deben experimentar para enriquecerse como músicos y sobre todo como personas.

Eres la mejor ayuda musical para tu peque…¡sin ser músico!

En ocasiones algunos de los padres que vienen a nuestras clases de música tienen dudas acerca de si pueden ayudar a sus peques en la clase  ya que ellos no han tenido ningún tipo de formación musical. Es cierto que el oído, el ritmo y la entonación necesitan de cierto trabajo para desarrollarse y ser cada vez más precisos, pero que un padre no haya recibido ese estímulo a lo largo de su vida, no implica que no pueda ser un buen ayudante en la formación musical de su hijo. ¡Os animamos a probarlo!

Ya en las clases de bebés, algunos padres comparten con nosotras temores como «tengo un oído enfrente del otro» o «no se cantar bien». Tratar de no juzgarse a uno mismo y atreverse a hacerlo son los primeros pasos que hay que dar. No hace falta tener una voz maravillosa ni una entonación perfecta, sólo ganas de disfrutar y compartir las actividades con los niños y el resto de padres del grupo. Cuanto más cantemos y escuchemos música, mejor conseguiremos entonar y cada vez tendremos menos reparo a hacerlo.

En las clases de instrumento ocurre lo mismo. No hace falta tener una buena memoria musical o el oído perfecto. Es importante ser conscientes de que lo importante es mostrarse abierto a aprender y a disfrutar. Nosotras creemos que los padres son el mejor apoyo de sus hijos y nuestros mejores ayudantes en casa. Para dar esa ayuda es necesario tener claro qué hacer, cómo hacerlo y cuándo hacerlo. Para eso no es necesario ser un músico profesional, sino tener a un profesor que de las pautas necesarias para hacerlo en casa de la forma adecuada. Es muy útil que tengáis en cuenta varias cosas:

No tengáis miedo a preguntar al profesor

A nosotras no nos importa explicar lo mismo varias veces y de distintas maneras. ¡Lo importante es que tengáis las cosas claras!

Apuntad lo que necesitéis

Desde las notas de la canción nueva que estamos aprendiendo hasta una nueva digitación o juego, podéis apuntar todo aquello que sea un apoyo cuando toquéis en casa.

Aportad todo el feedback que podáis

De una clase a otra, no dudéis en decir todo aquello que habéis notado al practicar en casa. Es una información muy valiosa para nosotras ya que así podemos saber que es lo que necesitáis en cada momento.

Disfrutad

Aprender un instrumento desde cero es algo maravilloso. Estamos ante un nuevo mundo que descubrir y en este caso un nuevo mundo que compartir con vuestros hijos. ¡Disfrutad de los pasos que vais dando juntos y del aprendizaje conjunto!

¡Buenos propósitos musicales para el nuevo año!

bigstock-people-charity-family-and-ec-90444830-(1)¡Qué ilusión, otro año nuevo por delante! Empezamos con muchas ganas y, como siempre en estas fechas, traemos una lista de buenos propósitos a realizar. Hoy queremos compartir con vosotros los que pueden ser nuestros buenos propósitos musicales:

  • Escuchar más música: si haces música con tu bebé puedes añadir más repertorio a su rutina, tanto en audiciones como en canciones que cantes y bailes con él. ¿Ya tenéis una canción para dormir? Pongámosle entonces música al momento del baño o a la hora de comer, será más divertido e interesante para él, participará más y aumentará vuestro vínculo. Si haces Método Suzuki con tu hijo o hija, también tienes la gran oportunidad de mejorar la escucha del CD con las piezas del repertorio de vuestro instrumento, para crear más interés por su parte, mejorar el aprendizaje de las piezas, el oído, la memoria, etc.
  • Asistir a conciertos o actividades musicales: este propósito nos lo podemos plantear para pequeños y mayores, con conciertos ya sea de Rock, de música clásica o de cualquier estilo y formato… ¡Y esque asistir a estos eventos no tiene más que ventajas! Disfrutaremos del arte, aprenderemos de los intérpretes y compartiremos la experiencia con todo el resto del público, volveremos a casa con ganas de aprender más música y nutridos de motivación.
  • Conseguir una práctica regular: en el caso de los bebés, podemos hacerlo repitiendo los juegos y canciones de clase, encontrando momentos y rutinas del peque que puedan realizarse siempre con música. Si aprendemos flauta, podemos mejorar la práctica buscando una rutina si aún no la teníamos: intentando practicar siempre a la misma hora (es recomendable hacerlo después de que el niño haya comido, por ejemplo, después de la merienda), creando un hábito de poca duración pero cuya importancia reside en la constancia, y que debe ser algo positivo y divertido para el alumno. Si esto ya lo habíamos conseguido, ¡el objetivo puede ser aumentar otro día a la semana esta práctica!
  • Cuidar mejor del instrumento: este comienzo de año también puede ser un buen momento para acostumbrarnos a cuidar bien nuestra instrumento. En el caso de la flauta, limpiándola debidamente por dentro y fuera al final de cada clase o momento de práctica, manteniéndola estable siempre que sea posible sin cambios bruscos de temperatura ni humedad, evitando que reciba golpes, etc.
  • Desarrollar más paciencia y confianza en nuestro aprendizaje musical: como siempre os decimos, este proceso es similar al de plantar una semilla, que regamos y cuidamos durante tiempo hasta que nace, crece, da sus frutos y se convierte en un hermoso árbol.

Jugando con soplidos

 

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A la hora de empezar a tocar un instrumento, se  abre un nuevo mundo de posibilidades  que despierta la curiosidad de los niños. Si aprovechamos esa curiosidad y les introducimos en el mundo instrumental desde el juego, será un éxito asegurado.

 El juego es fundamental para los pequeños. No solo es su mejor herramienta de exploración y descubrimiento, si no que es su manera de interiorizar de verdad lo que aprenden. Por eso, este estará presente en nuestras clases de instrumento desde el principio. Aprovechando los pasos pre-instrumentales que debemos ir dando para que los pequeños vayan familiarizándose con el instrumento y puedan sentirlo como algo suyo, empezaremos a jugar con aspectos importantes para cualquier instrumentista como son la postura, el sonido y la agilidad de dedos. 

Hoy queremos hablaros del primer acercamiento al sonido en la flauta travesera. Simplificando, podríamos decir que el sonido en la flauta se genera gracias al soplido. Cuanto mayor sea el control de ese soplido, mayor será la calidad de nuestro sonido. Es por eso que hay que ir potenciando poco a poco el control de la dirección del aire, la velocidad, la cantidad, la duración, etc. Para ello podemos utilizar distintos objetos que se llamen su atención como por ejemplo:

Botellas

Son un gran aliado para el control de la dirección del aire. Al tener una apertura de mayor diámetro que la embocadura de la flauta, es más sencillo lograr que salga sonido de ellas y nos ayuda a poder aplicarlo al instrumento.

Pajitas

 Soplar a través de ellas les ayuda a controlar que la apertura de los labios sea redondeada para que en la flauta no se descontrole el aire. ¡Les encanta soplar distintos ritmos y probar con pajitas de distintos colores y tamaños!

Molinillos

 Los niños aprenden a gestionar el aire intentando  mantener el molinillo más o menos tiempo en movimiento. Esto les servirá para poder hacer notas cada vez más largas con la flauta.

Pompas de jabón

Sirven para aprender a controlar la velocidad del aire. Si soplamos despacio, conseguiremos una pompa gigante y si soplamos rápido saldrán muchas pequeñitas. Esto les ayuda a poder tocar sonidos graves y agudos posteriormente  con la flauta. ¡Qué concentrados están intentando hacer pompas de distintos tamaños!

Os animamos a que probéis a jugar con los soplidos en casa y a que dejéis que los niños experimenten con ellos para que puedan adquirir casi sin darse cuenta habilidades que crecerán poco a poco. Estos juegos, además de ser importantes para el aprendizaje de la flauta travesera, son muy útiles en niños que tienen alguna patología relacionada con el habla o la respiración, así que por todo ello… ¡A jugar con los soplidos!

Flautas para todos los gustos y tamaños

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El instrumento es algo muy valioso y especial para todo músico y la llegada de uno nuevo a nuestras manos supone siempre motivación e ilusión, tanto si es el primer instrumento musical que tenemos como si se trata de los que se van sucediendo durante nuestro aprendizaje y desarrollo musical.

¿Qué instrumentos utilizamos durante el aprendizaje de Flauta Suzuki? De menor a mayor tamaño y valor, empezamos por las flautas más sencillas y terminamos con la flauta travesera convencional:

Pífanos:

Algunas personas nos preguntan «¿pueden tocar los niños tan pequeños una flauta travesera?». La respuesta es sí, ¡adaptada a su tamaño! Nuestra primera flauta se llama pífano: es pequeña, del tamaño de un piccolo aproximadamente (unos 30 cm), y de plástico, de manera que no pesa ni se rompe con caídas. La podemos limpiar con facilidad (a veces llegamos a clase terminando la merienda…) y a los peques les encanta decorarla y personalizarla con las pegatinas que se van ganando en clase o en casa.

Flautas junior:

Según los niños van creciendo y aprendiendo a tocar el instrumento, pueden pasar a una de estas flautas: tienen un tamaño intermedio entre el pífano y la flauta de adulto, la embocadura es curva para que les lleguen las manos a su sitio con los brazos relajados y traen colocados unos salientes en las llaves para adaptarse al tamaño de sus dedos.

Las hay de metal o de plástico y suponen un incremento enorme de motivación en los niños ya que pasan a la «flauta de mayores», siendo ahora responsables de su cuidado (esta flauta la limpiamos después de cada uso, la guardamos correctamente en su estuche, etc.). Lo reciben como un gran regalo y recompensa a todo el trabajo y práctica con el pífano.

Flautas de adulto:

Se trata del tamaño final del instrumento y los alumnos las adquieren cuando ya les llegan los brazos para poder tocar con la embocadura recta y los dedos alcanzan las llaves normales. En este momento los niños se sienten mayores, maduros, ¡flautistas profesionales! También hay papás y mamás que se animan a comprarse la suya propia, para tocar con los peques o simplemente para seguir aprendiendo después de lo que han conseguido con los primeros pasos (hacerse a la embocadura, tocar las primeras canciones…).

Un instrumento musical es sin duda uno de los mejores regalos que se pueden hacer en estas fechas, tanto a pequeños como a mayores. Supone diversión, enriquecimiento personal, desarrollo de nuestra creatividad… Nos anima a compartir algo tan especial como la música con quien más queremos.