¡Este Halloween hemos tocado de miedo!

¡Qué bien lo hemos pasado! La semana pasada ha sido muy especial, hemos celebrado Halloween en nuestras clases y mayores y pequeños nos hemos divertido un montón. Esta fiesta es importante en países anglosajones como el Reino Unido o Estados Unidos y la hemos aprovechado para acercar un poco más el idioma y la cultura de estos países a nuestros alumnos

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Antes de recibir a las familias, las profes nos encargamos de decorar nuestras aulas con telarañas, guirnaldas, esqueletos gigantes, globos, calaveras… Los niños se han quedado boquiabiertos al entrar, deseando participar, ¡pero nosotras mismas también hemos sido sorprendidas! Muchos peques se han preparado en casa con sus disfraces y han venido a clase convertidos en vampiresas, esqueletos, calabazas, brujas o gatos

Para que nadie se quedara con las ganas, preparamos también unas divertidas caretas de calaveras mejicanas para los papás… Y la fiesta también se sintió en nuestra música: en las clases individuales de flauta tocamos versiones terroríficas de algunas de nuestras piezas,  en los grupos de Baby Music jugamos con la audición de Los Fósiles del Carnaval de los Animales de Saint-Saens, y con los mayores aprovechamos esta misma pieza para trabajar nuestro picado al ritmo del estribillo de la percusión. ¡Qué divertida y pegadiza es esta música!

Por último queremos contaros que, por supuesto, ¡también hemos cantado en inglés! Para la ocasión, hemos encontrado gran variedad de Nursery Rhymes de lo más entretenido.  Uno de los que hemos hecho en clase se titula Happy Halloween y nos ha encantado representarlo, bailarlo y cantarlo en las clases de flauta de los pequeños… Al ritmo de la música y con nuestras flautas como si de palos de escoba se trataran, hemos jugado a brujas que vuelan; nos hemos convertido en monstruos bailando y pisando a tempo; nuestros dedos han hecho de patas de arañas que caminaban por las flautas… De repente, las flautas se han hecho remos y nosotros piratas terroríficos y, para terminar, hemos soplado unas notas súper tranquilas para intentar dormir al búho de la canción:

Fly, fly, fly little Witches… Stomp, stomp, stomp, little Monsters… Crawl, crawl, crawl, little Spiders… Row, row, row, little Pirates… Sleep, sleep, sleep, little Owl… Happy Halloween!!

En estos días tan especiales hemos terminado las clases repartiendo los famosos caramelos de «truco o trato», además de nuestras pegatinas… ¡Ya estamos esperando nuestra próxima fiesta para pasarlo así de bien de nuevo!

Juegos para despertar a nuestras flautas

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Estamos a principio de curso, con muchos nuevos alumnos y familias de Flauta Suzuki comenzando su aprendizaje y jugando sin parar a despertar a sus nuevas flautas traveseras.

Casi todos hemos hecho sonar alguna vez una embocadura de flauta de pico (como las del cole), en la que resulta bastante sencillo emitir un sonido cualquiera. Sin embargo, la flauta travesera tiene una embocadura especial, distinta de la del resto de instrumentos de viento, y no suele ser fácil hacerla sonar a la primera. Por eso, en clase os enseñamos muchos trucos, practicamos con juegos y, poniéndole un poco de paciencia, ¡a todos y todas nos acaba sonando de maravilla!

La recompensa es enorme, puesto que empezamos a hacer música a través del instrumento. Además, cuando ya hemos aprendido y nos suena con regularidad podremos mantenerlo para siempre… Algo así como montar en bici, ¡no se olvida nunca!

Nuestros pífanos, esas pequeñas flautas traveseras de plástico que utilizamos en la primera etapa de aprendizaje, constan de dos partes: la cabeza (donde se ubica la embocadura) y el cuerpo (donde colocamos las manos y en concreto cada dedo en el orificio que corresponda). Para la práctica del soplido en el instrumento y conseguir que suene más fácilmente, haremos unos cuantos juegos utilizando solamente la cabeza.

Durante todas estas actividades para aprender a soplar en clase, además de que la profe y el papá o mamá coloquen la embocadura al niño para mostrarle cuál es la posición adecuada, también jugamos a que el niño sea quien lo coloque a los mayores, ya que le sirve para visualizarlo y entenderlo desde fuera.

dos  juegos para  la embocadura y  los primeros soplidos

  • «Hacer canasta»: ¿a quién no le gusta jugar a encestar? Vamos a convertir nuestro aire en la pelota del juego y el agujero de la embocadura de la flauta será la canasta… Si conseguimos que suene, habremos encestado: inspiramos, botamos, lanzamos… ¡Dos puntos!
  • «Abierto y cerrado»: la cabeza suelta de la flauta, sin ninguna resistencia, produce un sonido bastante agudo; pero si la tapamos con la palma de la mano, obtenemos otro sonido mucho más grave. Esto nos permite jugar a infinidad de cosas con esas dos alturas: inventar o repetir ritmos que las alternen, cerrar los ojos y adivinar cuál ha sonado, hacer acompañamientos  sencillos para las canciones que tocan los compañeros más avanzados… Y si el movimiento tapando con la mano lo hacemos muy rápido lo que suena es… ¡Que vienen los indios!

Mejorando la respiración con música

Todo ser humano adora la música. Victor Hugo, el poeta francés, llegó a decir que «la música expresa aquello que no puede transmitirse en palabras, y que tampoco puede callarse». No solamente nos dan placer los sonidos musicales, también nuestro cuerpo y cerebro disfrutan de la creación y la interpretación musical. La música es sumamente beneficiosa para nosotros y ejecutarla a través de instrumentos musicales nos aporta enormes beneficios: aumenta la memoria, fomenta la disciplina, perseverancia y concentración; mejora la coordinación y las habilidades matemáticas, alivia el estrés, contribuye a desarrollar las habilidades sociales…

Además, cada una de las familias de instrumentos tiene sus características particulares y por ende sus ventajas. En el caso de los instrumentos de viento, como la Flauta Travesera, el principal beneficio es mejorar la capacidad pulmonar. Las personas con tres años de práctica de un instrumento de viento pueden tener un 70% más de capacidad pulmonar que las personas que no lo practiquen.

Por otro lado, tocar instrumentos de viento también mejora la calidad de las horas de sueño debido a que la respiración es más profunda y uniforme, logrando un descanso más consolidado. Incluso, hay estudios que aseguran que esta práctica musical puede evitar enfermedades respiratorias como el  asma, habiéndose registrado beneficios en numerosos casos de pacientes, muchos de ellos niños.

Todo esto es posible porque, al aprender a tocar estos instrumentos, como la Flauta, los niños aprenden a expulsar la cantidad de aire correcta e incrementan la oxigenación del organismo sin darse cuenta, tonificando sus pulmones.

Los numerosos beneficios de la respiración también son valiosos para los niños: garantizar un buen desarrollo, evitar problemas de estrés y nerviosismo, favorecer la concentración y el aprendizaje, y ayudarles a ser conscientes de su propio cuerpo y de sus capacidades, algo que resulta de gran ayuda a la hora de fomentar su autonomía.

Nuestra querida Flauta no nos da más que alegrías: ¡es música y es salud!

Cómo elegir profe Suzuki para tu peque

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Shinichi Suzuki, creador del método que lleva su nombre, dejó un mensaje muy claro para todas las familias sobre la importancia de elegir un buen profesor. Lo podemos leer en la página de introducción de todos los volúmenes de este repertorio y dice algo como:

– Para el padre: los credenciales son algo esencial en el profesor que elijas. Te recomendamos que le pidas al profesor los suyos, especialmente aquellos relacionados con la formación en el Método Suzuki. La experiencia en este método debe ser positiva, donde exista una estupenda y cercana relación entre el niño, el padre y el profesor. Por ello, escoger al profesor adecuado es de gran importancia.

Cuando nosotras decidimos embarcarnos en la aventura de enseñar flauta a niños desde los tres años, sabíamos que estábamos ante un reto que requería de una formación muy específica y decidimos apostar por ello, realizando el Nivel 1 de Método Suzuki para Flauta Travesera en Holanda en 2008.

Esto fue sólo el comienzo para nosotras, ya que a partir de ahí empezamos a aprender sobre esta enseñanza y no hemos dejado de hacerlo ni un solo día: años después pudimos realizar la formación de Nivel 2 y ahora estamos cerca de iniciar el siguiente de los cinco niveles, pero, sobre todo, aprendemos día a día de nuestros pequeños flautistas y sus familias.

Esta doble transferencia es satisfactoria y se hace posible gracias a nuestra manera de acercarnos al niño y a la filosofía con la que abordamos el reto del aprendizaje: nuestro objetivo no es crear pequeños virtuosos del instrumento, sino que los niños disfruten de la música y la compartan en su entorno, crezcan con ella de manera que ésta les haga felices y les ayude a ser mejores personas.

En la enseñanza es tan importante el «qué» como el «cómo», por lo que nuestra prioridad es siempre adaptarnos al niño para que se sienta a gusto, se divierta y se motive para aprender.  Trabajamos en cada clase por crear una relación de respeto pero también de confianza y afecto, donde todos estemos cómodos para compartir la vivencia.

Hay muchas otras actividades en las que el padre o madre no puede supervisar el profesorado que tiene su hijo, pero en Suzuki sí es así porque los adultos participan activamente en las clases. Os animamos a buscar un profesor Suzuki que tenga formación oficial y que os haga sentir a gusto en el aula, para que la aventura musical de vuestros pequeños sea una gran experiencia.

 

Nuevos retos musicales

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Ahora que estamos cerca del fin de curso, es un buen momento para echar la vista atrás y darnos cuenta de todo lo que han mejorado nuestros peques… Y nuestros ya no tan peques. Año tras año, las profes vemos todo lo que nuestros alumnos avanzan y para nosotras es un orgullo comprobar cómo la música forma parte de sus vidas, ayudándoles a crecer como personas. Poder  participar de ese aprendizaje a lo largo del tiempo, superando los baches y disfrutando de los buenos momentos, es nuestro mejor regalo.

Algunos de nuestros alumnos, que empezaron con nosotras a los dos o tres añitos, hoy tienen ya entre nueve y once años y han empezado a asumir nuevos retos como el paso de nivel del primer al segundo libro del repertorio Suzuki. Pero….¿qué es eso del paso de nivel? Os lo contamos:

En Japón, de donde es original este método pedagógico musical, cuando los alumnos dominan todo el repertorio del primer libro y su profesor considera que están preparados, realizan una grabación de dos piezas de examen que envían a un tribunal de profesores de su instrumento. Ese grupo de profesores, después de ver los vídeos, entrega al alumno una ficha con posibles aspectos a mejorar y otros que le han parecido positivos de su interpretación musical y le otorgan el diploma correspondiente al Nivel 1.

Nosotras hemos querido hacer algo parecido con nuestros alumnos de Flauta Suzuki de Madrid y al terminar el primer libro nos entregan una grabación de nuestras dos piezas de examen: Bourrée de Haendel y Moon over the Ruined Castle de R. Taki. Después de ver la grabación y aportar posibles correcciones para animarles a esforzarse y sacar lo mejor de ellos mismos en el vídeo final, les otorgamos el diploma de Nivel 1 de Flauta Suzuki.

Uno de nuestros alumnos ya lo tiene y otros tres están preparándose para sus grabaciones. ¡Qué ilusión! Les deseamos mucha suerte y esperamos que pronto puedan compartirlo con sus compañeros más benjamines y sigan mejorando cada día, como hasta ahora. ¡Estamos muy orgullosas de vosotros!

La práctica musical en casa

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Todo aprendizaje musical, ya sea general o de un instrumento en concreto,  requiere práctica y entrenamiento constante, al igual que ocurre con muchas otras disciplinas artísticas y la mayoría de deportes, por ejemplo.

Cuanto más se experimenta la música en casa, incluyendo este hábito en la rutina del niño de forma regular, mejor aprenden en las clases o avanzan en la técnica del instrumento: este lenguaje comienza a ser importante en su vida y se convierte en algo más que compartir en el ámbito familiar.

En las clases de bebés la práctica de los juegos musicales en casa, el escuchar audiciones y cantar canciones en la rutina harán que se absorba mucho más todo lo que exponemos al niño (ya estemos cantando con propósitos musicales o usándolo para hacer más ameno el momento de la comida, de vestirse o de ir a dormir…). Además, en el aprendizaje de un instrumento, la práctica en casa es casi imprescindible para que el alumno avance, ya que tiene que asimilar la técnica del instrumento gradualmente, a través de los juegos, ejercicios y actividades.

Estas son algunas ideas importantes sobre nuestro enfoque de la práctica musical en familia, con niños en edades tempranas:

  • Es responsabilidad únicamente del adulto.

Por lo general, cuando un niño se inicia en las clases de música, empieza a cantar espontáneamente en su día a día o, si tiene su instrumento a mano, jugará un poco con él. Sin embargo, es el adulto el que debe proponer el hábito de la práctica regular y guiada por el consejo del profesor.

  • Debe ser regular y constante.

A poder ser, practicaremos todos o casi todos los días un poquito, e intentaremos hacerlo aproximadamente a la misma hora (por ejemplo, por la tarde después de la merienda). ¡Las rutinas son muy importantes en la vida de los niños y la música debe entrar también en ese esquema!

  • Actitud siempre positiva y de juego.

El adulto debe estar siempre atento al ánimo del niño, ya que, al igual que los mayores, ellos pueden tener un mejor o peor día… Asumirán con gusto la nueva rutina siempre que nos adaptemos a ellos y cuidando de que la estimulación sea siempre positiva (el simple hecho de estar practicando ya es algo que celebrar y realzaremos todo lo que el peque haga bien, aunque no sea nuevo).

  • Acertar en qué y cómo practicar.

En las clases de Suzuki es importante apuntar lo que el profesor nos ha dicho que se debe practicar y cómo hacerlo. Muchas veces un acercamiento distinto al adecuado o una meta demasiado difícil pueden desmotivar al pequeño.

  • Adecuarnos a su capacidad de concentración.

La práctica no debe suponer más de cinco o diez minutos cuando el niño es pequeño y va aumentando según su desarrollo y madurez. Ellos mismos lo van pidiendo y demostrando, así que no debemos tener miedo en los primeros años a limitarnos a cantar una canción o montar y desmontar el instrumento para ese ratito.

La práctica musical en casa es siempre un gran momento para compartir este aprendizaje tan bonito con los niños, acompañarles en todos sus pequeños logros y formar parte de su desarrollo. Aunque trabajemos en crear esa rutina, podemos reforzarlo constantemente: ¡a cantar en la ducha, en el coche o en el parque!

¿Cuándo pasar a la siguiente pieza del repertorio?

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El repertorio Suzuki está muy organizado: cada instrumento tiene su metodología adaptada, su formación específica para el profesorado y sus propios libros. En el caso de la flauta contamos con 12 volúmenes que recogen el aprendizaje del instrumento desde los primeros soplidos hasta el nivel profesional.

El volumen 1, con el que inician el aprendizaje nuestros alumnos, supone una evolución técnica y de madurez musical muy grande para ellos: consta de 17 piezas, siendo la primera la popular canción Mary tiene un corderín y la última la Bourré de Handel, por lo que comienzan aprendiendo canciones infantiles y lo terminan interpretando piezas complejas y de calidad musical.

Todos los niños Suzuki van aprendiendo las mismas piezas, lo que facilita que desde el primer día de clase puedan tocar en grupo, aprender del compañero e incluso compartirlo también con alumnos de otros instrumentos en conciertos, cursos y eventos especiales.

Cada pieza del repertorio Suzuki tiene varias etapas de aprendizaje:

Trabajo previo:

Antes de abordar el trabajo propio de una pieza, vamos practicando su «teaching point»: aquel aspecto musical que va a costar un poco más al niño por ser novedad o de mayor dificultad con respecto a lo anterior. Esto también va a suponer un avance técnico para el alumno, así como en el propio repertorio, ya que los libros Suzuki están pensados para que haya escalones periódicos de dificultad que tienen su recompensa en varias piezas sucesivas de las mismas características, de manera que el alumno alterna la dificultad con el disfrute de haber realizado ese esfuerzo.

Trabajo propio de la pieza: 

Trabajaremos de muy diversas maneras para llegar a controlar la pieza e interpretarla de memoria con su acompañamiento y en concierto: cantándola con su letra, cantándola con sus notas, representando las notas con partes del cuerpo, dramatizando la estructura de la canción con una historia, pintando símbolos para sus notas o para las partes de la historia, acompañándola con percusión, con el piano, haciendo juegos…

Después de la primera fase en que cantamos las notas de la canción como una «segunda letra», el alumno alcanza madurez en la pieza: la entiende y controla en cuanto a alturas, estructura, memorización, etc. Es en ese momento cuando podremos empezar el trabajo previo de la siguiente pieza, terminando simultáneamente de perfeccionar ésta.

Trabajo de repaso:

Este paso también es importante. El repaso de todas las piezas aprendidas debe ser constante y nos sirve tanto para dar ejemplo a otros compañeros, como para aprender cuando tocamos solos: por ejemplo, para ejercitar nuestra memoria o para darnos cuenta de que hemos mejorado la calidad de nuestro sonido, el control del aire, o la velocidad de los dedos…

Al igual que ocurre en el resto de nuestras clases, este aprendizaje se lleva a cabo siempre desde un punto de vista positivo, evitando cualquier tipo de competitividad y buscando que cada niño disfrute de la música y aprenda según sus necesidades, a su propio ritmo.