DIY: Memory musical

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Hacer manualidades no sólo fomenta la psicomotricidad y la creatividad de los niños, sino que es una excusa perfecta para sentarnos con ellos a hacer una actividad en familia. Hoy os queremos proponer una manualidad musical que después podréis utilizar para desarrollar el oído, la concentración y la memoria auditiva jugando: el «Memory musical»

¿Qué necesitamos?

-Botes pequeñitos  de plástico (los que se utilizan para guardar las especias son estupendos) Tantos como queramos, siempre que sean número par.

– Material para rellenar los botes: garbanzos, arroz, pan rallado, bolitas de papel, chinchetas (cualquier cosa que se os ocurra. ¡Creatividad al poder!)

– Pintura o papel para cubrir los botes y que no se vea lo que hay en su interior

-Caja para guardar los botes

¿Cómo lo hacemos?

Es tan fácil como llenar cada pareja de botes con un material distinto de forma que cuando los agitemos podamos reconocer sólo de oído qué dos botes suenan igual.

Si los botes no son opacos, podemos pintarlos o cubrirlos con papel de forma que no se vea lo que hay en el interior y a simple vista no puedan distinguirse unos de otros.

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La caja podemos decorarla como más nos guste ya que su única utilidad es guardar los botes para cuando queramos usarlos.¡ Seguro que a los peques se les ocurren diseños preciosos y muy personales!

¿Cómo se juega con el Memory musical?

Ponemos los botes en varias filas y columnas, cogemos uno y lo agitamos para ver qué sonido produce y a continuación agitamos otro para comprobar si suena igual. Si encontramos la pareja que produce el mismo sonido nos la quedamos y si no los dejamos en su sitio original y el turno pasa al compañero. Se trata de intentar recordar los sonidos y qué bote produce cada uno para conseguir el mayor número de parejas posibles. Podemos poner una marca distintiva en la base para comprobar que hemos acertado o abrir el bote para descubrir si el material que hay en su interior coincide con el de la pareja.

Este juego les encanta y se pueden usar más o menos parejas en función a la dificultad que queramos. ¿Os animáis a hacer este Memory con vuestras propias manos?

 

 

Mejorando la respiración con música

Todo ser humano adora la música. Victor Hugo, el poeta francés, llegó a decir que «la música expresa aquello que no puede transmitirse en palabras, y que tampoco puede callarse». No solamente nos dan placer los sonidos musicales, también nuestro cuerpo y cerebro disfrutan de la creación y la interpretación musical. La música es sumamente beneficiosa para nosotros y ejecutarla a través de instrumentos musicales nos aporta enormes beneficios: aumenta la memoria, fomenta la disciplina, perseverancia y concentración; mejora la coordinación y las habilidades matemáticas, alivia el estrés, contribuye a desarrollar las habilidades sociales…

Además, cada una de las familias de instrumentos tiene sus características particulares y por ende sus ventajas. En el caso de los instrumentos de viento, como la Flauta Travesera, el principal beneficio es mejorar la capacidad pulmonar. Las personas con tres años de práctica de un instrumento de viento pueden tener un 70% más de capacidad pulmonar que las personas que no lo practiquen.

Por otro lado, tocar instrumentos de viento también mejora la calidad de las horas de sueño debido a que la respiración es más profunda y uniforme, logrando un descanso más consolidado. Incluso, hay estudios que aseguran que esta práctica musical puede evitar enfermedades respiratorias como el  asma, habiéndose registrado beneficios en numerosos casos de pacientes, muchos de ellos niños.

Todo esto es posible porque, al aprender a tocar estos instrumentos, como la Flauta, los niños aprenden a expulsar la cantidad de aire correcta e incrementan la oxigenación del organismo sin darse cuenta, tonificando sus pulmones.

Los numerosos beneficios de la respiración también son valiosos para los niños: garantizar un buen desarrollo, evitar problemas de estrés y nerviosismo, favorecer la concentración y el aprendizaje, y ayudarles a ser conscientes de su propio cuerpo y de sus capacidades, algo que resulta de gran ayuda a la hora de fomentar su autonomía.

Nuestra querida Flauta no nos da más que alegrías: ¡es música y es salud!

La importancia del grupo musical en los bebés

La música aporta grandes beneficios a los más pequeños de la casa. En otras ocasiones os hemos hablado de cómo ayuda a su desarrollo tanto cerebral como del habla y de la expresión corporal y hoy queremos contaros la importancia de realizar la música en grupo para contribuir a su desarrollo social.

Los bebés están descubriendo constantemente. Aprenden de lo que les rodea e interiorizan todo con una facilidad asombrosa.  En nuestras clases de Baby Music comienzan  a interaccionar con otros niños de su edad y los adultos que les acompañan. Estas experiencias tempranas les ayudan no solo a comprender el mundo que les rodea, sino también a formar parte de un grupo, de una sociedad en miniatura. Os contamos algunas cosas importantes desde el punto de vista social que experimentan los bebés en nuestras clases:

Cantar en grupo

Al escuchar a todo un grupo cantando, su estímulo es mayor ya que no lo reciben de una única persona. Esto les incita a querer imitar lo que escuchan en mayor medida y a sentir que forman parte de algo que creamos entre todos. Se sienten parte de un grupo que hace música en conjunto y del que aprenden constantemente.

Compartir instrumentos

Cuando aparecen en escena los tambores, las maracas y demás instrumentos de percusión, están deseando tocarlos. Algunos empiezan a mostrar preferencia muy clara por algún instrumento y otros quieren tocar todos los que ven a su alrededor a la vez. A medida que pasa el tiempo, entienden que los instrumentos son de todos y de forma progresiva se consigue que los niños desarrollen la paciencia y aprendan a compartir con los demás.

Expresarse a través de la música

La música pasa a ser el vehículo de expresión del grupo. Ya sea a través de un baile en corro, un ritmo con percusión corporal o un juego de dedos, los bebés se expresan y comunican con los demás miembros del grupo y asumen la importancia de cada uno de ellos dentro del mismo.

Esto no solo es importante para los niños, sino también para los papás y mamás que comparten experiencias entre ellos. ¡Os animamos a que os unáis a uno de nuestros grupos de Baby Music! Podéis venir a probar una clase sin compromiso a El Acebuche de Rivas (Plaza Joan Miró 6) reservando vuestra plaza a través de info@littlemsuicalsteps.com.

Cómo elegir profe Suzuki para tu peque

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Shinichi Suzuki, creador del método que lleva su nombre, dejó un mensaje muy claro para todas las familias sobre la importancia de elegir un buen profesor. Lo podemos leer en la página de introducción de todos los volúmenes de este repertorio y dice algo como:

– Para el padre: los credenciales son algo esencial en el profesor que elijas. Te recomendamos que le pidas al profesor los suyos, especialmente aquellos relacionados con la formación en el Método Suzuki. La experiencia en este método debe ser positiva, donde exista una estupenda y cercana relación entre el niño, el padre y el profesor. Por ello, escoger al profesor adecuado es de gran importancia.

Cuando nosotras decidimos embarcarnos en la aventura de enseñar flauta a niños desde los tres años, sabíamos que estábamos ante un reto que requería de una formación muy específica y decidimos apostar por ello, realizando el Nivel 1 de Método Suzuki para Flauta Travesera en Holanda en 2008.

Esto fue sólo el comienzo para nosotras, ya que a partir de ahí empezamos a aprender sobre esta enseñanza y no hemos dejado de hacerlo ni un solo día: años después pudimos realizar la formación de Nivel 2 y ahora estamos cerca de iniciar el siguiente de los cinco niveles, pero, sobre todo, aprendemos día a día de nuestros pequeños flautistas y sus familias.

Esta doble transferencia es satisfactoria y se hace posible gracias a nuestra manera de acercarnos al niño y a la filosofía con la que abordamos el reto del aprendizaje: nuestro objetivo no es crear pequeños virtuosos del instrumento, sino que los niños disfruten de la música y la compartan en su entorno, crezcan con ella de manera que ésta les haga felices y les ayude a ser mejores personas.

En la enseñanza es tan importante el «qué» como el «cómo», por lo que nuestra prioridad es siempre adaptarnos al niño para que se sienta a gusto, se divierta y se motive para aprender.  Trabajamos en cada clase por crear una relación de respeto pero también de confianza y afecto, donde todos estemos cómodos para compartir la vivencia.

Hay muchas otras actividades en las que el padre o madre no puede supervisar el profesorado que tiene su hijo, pero en Suzuki sí es así porque los adultos participan activamente en las clases. Os animamos a buscar un profesor Suzuki que tenga formación oficial y que os haga sentir a gusto en el aula, para que la aventura musical de vuestros pequeños sea una gran experiencia.

 

¿Por qué tocar un instrumento musical es bueno para tu hijo?

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Siempre decimos que una de las recompensas más valiosas que tiene nuestro trabajo es ver crecer a nuestros alumnos de la mano de la música. Gracias a ella, se desarrollan en los niños muchas capacidades que les serán útiles en el futuro. La música es una actividad tan completa, que las dos partes del cerebro se ven implicadas en ella. El lado derecho está especializado en sensaciones, sentimientos y habilidades espaciales, visuales y sonoras y el lado izquierdo está relacionado con la parte verbal, la aritmética y la lógica. Sencillamente, escuchando música se activan varias zonas de nuestro cerebro a la vez. Si tocamos un instrumento musical de forma constante y prolongada en el tiempo, estaremos ayudando al cerebro a desarrollarse de una forma muy completa.

El psicólogo Howard Gardner desarrolló la teoría de inteligencias múltiples. Según esta teoría no existe un único tipo de inteligencia, sino varias. Hoy os contamos cómo la práctica instrumental puede contribuir a algunas de ellas

Inteligencia lingüística

La música es un lenguaje universal, que permite expresarse a través del instrumento. Se presenta como otro idioma más, con su código escrito y sus sonidos que los niños asimilarán de forma natural al aprenderlo igual que su lengua materna.

Inteligencia lógico-matemática

Las estructuras musicales, los ritmos regulares e irregulares, cambios de compás y un largo etcétera permiten desarrollar el lado matemático. De esta forma que la música se estructura en la cabeza de los peques, ayudándoles a pensar de forma lógica.

Inteligencia cinestésica

Los movimientos cada vez más precisos y veloces de los dedos  contribuyen en gran medida al desarrollo de la psicomotricidad. ¡Poco a poco, nuestros alumnos van dando pasitos que les llevarán a hacer cosas increíbles!

Inteligencia intrapersonal

La música es una vía maravillosa para que los niños aprendan a gestionar sus sentimientos y crezcan emocionalmente. Su instrumento musical se convierte en un fiel aliado.

Inteligencia interpersonal

La música nos ayuda a conectarnos con los demás al tocar, a empatizar con ellos y a establecer un canal de comunicación que va más allá de las palabras. ¡Tocar con los demás les hará sentir que forman parte de algo especial!

Por todo esto os animamos a que introduzcáis la música en la vida de vuestros peques. De esta manera apostaréis desarrollar su potencial al máximo. No dudéis en venir a probar una clase con nosotras previa reserva de horario a través de info@littlemusicalsteps.com

 

Juegos de dedos, ¡nos encantan!

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Los juegos de dedos son una parte imprescindible en nuestras clases: además de divertidos y musicales, son muy útiles y ¡valen para todos! Desde los bebés más pequeños, para los que supone una estimulación para trabajar sus primeros movimientos, hasta niños más mayores y adultos, para controlar movimientos muy exactos de sus dedos en el instrumento…

Muchos juegos de dedos son además parte de nuestra tradición, ¿quién no se sabe Cinco lobitos tiene la loba? Son muy buenos para cantar delante de los bebés desde pequeños, transmitiendo música y rima, estimulando el oído, el habla, el lenguaje, la memoria… Poco a poco, los bebés empiezan a usar los dedos por separado, imitando nuestros juegos tanto en música como en movimiento.

Esta práctica tiene distintas ventajas para los niños: a nivel general, les ayuda a desarrollar su psicomotricodad fina, necesaria para su día a día en infinidad de situaciones (agarrar objetos o comida, pulsar un botón, abrocharse…) y a nivel musical prepara sus dedos para empezar a tocar casi cualquier instrumento.

Compartimos con vosotros algunos de nuestros juegos o herramientas para trabajar la psicomotricidad fina:

  • Marionetas de dedos: son super divertidas, a los niños les encantan y las usamos en canciones, audiciones, ritmos… Empezaremos colocandolas en el dedo índice y poco a poco las usaremos en el resto de deos también, moviéndolos de forma independiente.
  • Canciones, audiciones y nursery rhymes, que representamos con nuestros dedos e imaginación: gusanitos que se mueven, flores que crecen, gotitas de agua que caen… ¡Seguro que podéis inventar algunas! También tenemos piezas específicas para mover nuestros dedos y manos, como la canción de las abejas: juntamos dedos de dos en dos, al ritmo de zum, zum, zum, hacen zum, zum, zum, las abejas van volando y la miel recolectando
  • ¡Dedos a dormir!: numerados del uno al cinco, jugamos a apoyarlos en el suelo bien separados, como si estuvieran cada uno en su camita. Repasamos los números mirando cada uno de ellos, ¡les tapamos con una mantita o les ponemos una almohada! Después los despertamos de uno en uno y entonamos una canción para cada dedo, en orden durante los primeros meses y aleatoriamente cuando ya nos los hemos aprendido.

Los juegos de dedos nos sirven para aprender música, movimiento y rima a la vez y pueden practicarse casi en cualquier momento o lugar, por supuesto también ahora en verano… ¡Dedos al aguaaa!

La práctica musical en casa

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Todo aprendizaje musical, ya sea general o de un instrumento en concreto,  requiere práctica y entrenamiento constante, al igual que ocurre con muchas otras disciplinas artísticas y la mayoría de deportes, por ejemplo.

Cuanto más se experimenta la música en casa, incluyendo este hábito en la rutina del niño de forma regular, mejor aprenden en las clases o avanzan en la técnica del instrumento: este lenguaje comienza a ser importante en su vida y se convierte en algo más que compartir en el ámbito familiar.

En las clases de bebés la práctica de los juegos musicales en casa, el escuchar audiciones y cantar canciones en la rutina harán que se absorba mucho más todo lo que exponemos al niño (ya estemos cantando con propósitos musicales o usándolo para hacer más ameno el momento de la comida, de vestirse o de ir a dormir…). Además, en el aprendizaje de un instrumento, la práctica en casa es casi imprescindible para que el alumno avance, ya que tiene que asimilar la técnica del instrumento gradualmente, a través de los juegos, ejercicios y actividades.

Estas son algunas ideas importantes sobre nuestro enfoque de la práctica musical en familia, con niños en edades tempranas:

  • Es responsabilidad únicamente del adulto.

Por lo general, cuando un niño se inicia en las clases de música, empieza a cantar espontáneamente en su día a día o, si tiene su instrumento a mano, jugará un poco con él. Sin embargo, es el adulto el que debe proponer el hábito de la práctica regular y guiada por el consejo del profesor.

  • Debe ser regular y constante.

A poder ser, practicaremos todos o casi todos los días un poquito, e intentaremos hacerlo aproximadamente a la misma hora (por ejemplo, por la tarde después de la merienda). ¡Las rutinas son muy importantes en la vida de los niños y la música debe entrar también en ese esquema!

  • Actitud siempre positiva y de juego.

El adulto debe estar siempre atento al ánimo del niño, ya que, al igual que los mayores, ellos pueden tener un mejor o peor día… Asumirán con gusto la nueva rutina siempre que nos adaptemos a ellos y cuidando de que la estimulación sea siempre positiva (el simple hecho de estar practicando ya es algo que celebrar y realzaremos todo lo que el peque haga bien, aunque no sea nuevo).

  • Acertar en qué y cómo practicar.

En las clases de Suzuki es importante apuntar lo que el profesor nos ha dicho que se debe practicar y cómo hacerlo. Muchas veces un acercamiento distinto al adecuado o una meta demasiado difícil pueden desmotivar al pequeño.

  • Adecuarnos a su capacidad de concentración.

La práctica no debe suponer más de cinco o diez minutos cuando el niño es pequeño y va aumentando según su desarrollo y madurez. Ellos mismos lo van pidiendo y demostrando, así que no debemos tener miedo en los primeros años a limitarnos a cantar una canción o montar y desmontar el instrumento para ese ratito.

La práctica musical en casa es siempre un gran momento para compartir este aprendizaje tan bonito con los niños, acompañarles en todos sus pequeños logros y formar parte de su desarrollo. Aunque trabajemos en crear esa rutina, podemos reforzarlo constantemente: ¡a cantar en la ducha, en el coche o en el parque!

El cambio de rol de los «Padres Suzuki»

Hace unas semanas os hablábamos sobre el cambio de rol de nuestros alumnos Suzuki dentro del grupo a medida que avanzan en su aprendizaje instrumental. Como ya sabéis, en nuestras clases los padres estáis presentes y aprendéis el instrumento junto a ellos.  Según pasan los años, vuestro rol dentro de la clase y en la práctica en casa, también se va modificando.

A medida que se hacen mayores, su independencia aumenta y necesitan vuestro apoyo de manera diferente. Para que os hagáis una idea, os hablamos de tres roles que váis a desempeñar como «Padres Suzuki»

El PARTICIPADOR

Cuando un niño se inicia en su aprendizaje instrumental a una edad temprana (a partir de los 3 años), necesita que el adulto que lo acompaña a sus clases aprenda a tocar el instrumento junto a él. Los padres son el principal referente del pequeño en todo lo que aprende en su vida. Son el ejemplo que ellos quieren imitar y a todos les gusta pasar tiempo con ellos. Así, jugando juntos  conseguiremos que puedan desarrollar el amor por la música con los beneficios que va a aportarles a lo largo de su vida.

En clase explicamos cómo, por qué y para qué se hacemos las actividades. De esta manera el padre podrá ser luego el profesor en casa siguiendo las indicaciones de cada semana. Es un elemento fundamental en el aula, ya que su ayuda y colaboración es indispensable para poder progresar.

El apuntador

A medida que pasa el tiempo, el padre pasa a tener un papel más pasivo. Puede por supuesto seguir tocando el instrumento, aunque llega un punto en el que el niño avanza más rápido y en es entonces cuando algunos deciden continuar únicamente con la labor de apuntar el trabajo para casa y no tanto la de tocar. Sigue siendo una pieza clave, puesto que sigue recibiendo instrucciones del profesor y continua siendo el profesor-ayudante en casa.

El observador

Con los años, el padre va cediendo responsabilidades. Pasa a ser el encargado de animar a su hijo a tocar en casa. Aunque ya no esté guiando ese estudio, sigue formando parte de su vida musical. Al igual que ocurre en otros aspectos de la vida cotidiana, cada vez su intervención es menor. Pasa a ser la figura de apoyo que ayuda a superar los posibles baches a lo largo del camino y que disfruta viendo a su hijo avanzar.

No hay un tiempo marcado para ir cambiando de rol. Cada familia y cada niño son diferentes y tienen distintas necesidades a lo largo de su aprendizaje. Al igual que respetamos las distintas fases por las que va pasando el niño con respecto al instrumento, respetamos en qué medida  y de qué manera necesita a sus padres para ser progresivamente más independiente.

Muchos padres siguen aprendiendo con la flauta travesera y tocan con ellos en casa cuando  son más mayores. Son dos compañeros musicales y eso, ¡no nos puede llenar más de alegría!

 

¿Cuándo pasar a la siguiente pieza del repertorio?

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El repertorio Suzuki está muy organizado: cada instrumento tiene su metodología adaptada, su formación específica para el profesorado y sus propios libros. En el caso de la flauta contamos con 12 volúmenes que recogen el aprendizaje del instrumento desde los primeros soplidos hasta el nivel profesional.

El volumen 1, con el que inician el aprendizaje nuestros alumnos, supone una evolución técnica y de madurez musical muy grande para ellos: consta de 17 piezas, siendo la primera la popular canción Mary tiene un corderín y la última la Bourré de Handel, por lo que comienzan aprendiendo canciones infantiles y lo terminan interpretando piezas complejas y de calidad musical.

Todos los niños Suzuki van aprendiendo las mismas piezas, lo que facilita que desde el primer día de clase puedan tocar en grupo, aprender del compañero e incluso compartirlo también con alumnos de otros instrumentos en conciertos, cursos y eventos especiales.

Cada pieza del repertorio Suzuki tiene varias etapas de aprendizaje:

Trabajo previo:

Antes de abordar el trabajo propio de una pieza, vamos practicando su «teaching point»: aquel aspecto musical que va a costar un poco más al niño por ser novedad o de mayor dificultad con respecto a lo anterior. Esto también va a suponer un avance técnico para el alumno, así como en el propio repertorio, ya que los libros Suzuki están pensados para que haya escalones periódicos de dificultad que tienen su recompensa en varias piezas sucesivas de las mismas características, de manera que el alumno alterna la dificultad con el disfrute de haber realizado ese esfuerzo.

Trabajo propio de la pieza: 

Trabajaremos de muy diversas maneras para llegar a controlar la pieza e interpretarla de memoria con su acompañamiento y en concierto: cantándola con su letra, cantándola con sus notas, representando las notas con partes del cuerpo, dramatizando la estructura de la canción con una historia, pintando símbolos para sus notas o para las partes de la historia, acompañándola con percusión, con el piano, haciendo juegos…

Después de la primera fase en que cantamos las notas de la canción como una «segunda letra», el alumno alcanza madurez en la pieza: la entiende y controla en cuanto a alturas, estructura, memorización, etc. Es en ese momento cuando podremos empezar el trabajo previo de la siguiente pieza, terminando simultáneamente de perfeccionar ésta.

Trabajo de repaso:

Este paso también es importante. El repaso de todas las piezas aprendidas debe ser constante y nos sirve tanto para dar ejemplo a otros compañeros, como para aprender cuando tocamos solos: por ejemplo, para ejercitar nuestra memoria o para darnos cuenta de que hemos mejorado la calidad de nuestro sonido, el control del aire, o la velocidad de los dedos…

Al igual que ocurre en el resto de nuestras clases, este aprendizaje se lleva a cabo siempre desde un punto de vista positivo, evitando cualquier tipo de competitividad y buscando que cada niño disfrute de la música y aprenda según sus necesidades, a su propio ritmo.

Nursery Rhymes, el inglés más natural y musical para los peques

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¿Qué son las nursery rhymes?

Se trata de poemas y canciones tradicionales propias de países cuyo principal idioma es el inglés. Muchas de las más famosas tienen su origen en Reino Unido y han llegado hasta nosotros como una de las actividades que debemos incluir en la formación de nuestros pequeños para potenciar el aprendizaje del inglés de forma natural.

Un buen número de ellas son muy populares y conocidas por todos. Por ejemplo, ¿quién no sería capaz de tararear Old MacDonald Had a Farm o Twinkle Twinkle Little Star? Estas son de las más famosas, junto con Wheels on the Bus, Incy Wincy Spider, Humpty Dumpty, Row your Boat, y muchas más…

¿Por qué son beneficiosas en el desarrollo de los niños?

  • A través del oído potenciamos su capacidad auditiva en inglés. De esta manera lo incluyen de forma natural y progresivamente se van familiarizando con el vocabulario.
  • Al escucharlas, los niños ya desde bebés perciben la cadencia propia del idioma. Escuchan los sonidos que forman las distintas palabras de forma que asimilan la fonética, tan importante para el posterior aprendizaje de la lectura.
  • Estas canciones son relativamente fáciles de recordar y aprender gracias a que suelen ser cortas o tienen textos repetitivos. Esto les incita a hablar y cantar e intentar repetir palabras que escuchan.

¿Cómo las practicamos?

¡Nos ofrecen muchas posibilidades! Pueden interpretarse representando la historia que cuentan, tanto nosotros mismos convirtiéndonos en actores como a través de marionetas, juguetes u objetos. También se pueden bailar, cantar, dramatizar con juegos de dedos, con percusión corporal y una infinidad de recusos. El único límite será nuestra imaginación…

En nuestras clases las experimentamos en grupo y los papás y mamás se llevan muchas ideas para poder repetirlas en casa, pero a su vez siempre os animamos a que seáis creativos y busquéis distintas opciones que os gusten.

Para que escuchéis una Nursery Rhyme os dejamos un vídeo de ejemplo, aunque nosotras nunca utilizamos material audiovisual en clase. Basamos el aprendizaje en la experimentación corporal y auditiva, potenciando las capacidades de nuestros niños de la forma más completa y activa posible.

¡A divertirse con Nursery Rhymes, aprendiendo inglés y música al mismo tiempo!