Cada día son más numerosos los estudios acerca de los beneficios de la música utilizada como terapia. En los últimos años, una de las investigaciones que ha ido cobrando fuerza es la relacionada con los bebés prematuros. Aunque nosotras no somos expertas en la aplicación musical en estos pequeños, nos ha parecido muy interesante poder ahondar un poco y compartir con vosotros lo que hemos ido descubriendo a través de diversas fuentes.
Los estudios parecen coincidir en que la música es un potente transmisor de emociones que ayuda a paliar el estrés que supone el haber salido antes de tiempo del ambiente protector del vientre materno. De esta manera, los bebés se calman, el sueño se estabiliza, comen mejor y su tiempo internados se reduce. Como se indica en un estudio de la BBC «.Los investigadores -que publican los detalles del estudio en Archives of Disease in Childhood (Archivos de Enfermedades Infantiles)- afirman que la música parece tener también efectos beneficiosos en aspectos fisiológicos como ritmo cardíaco y respiratorio» De esta manera, la música también contribuye a reducir el ritmo cardíaco y a mejorar los niveles de saturación de oxígeno.
Se han realizado pruebas tanto con música grabada como con música en directo (nunca por encima de 70 decibelios). El tipo de música utilizada no ha sido sólo música clásica, sino también distintas canciones de cuna de las que tanto os hablamos nosotras. En ocasiones, esta música la combinan con los sonidos que perciben los bebés en el útero, así como con sonidos del corazón de la madre. La música tranquiliza la mente y los órganos de los prematuros, lo cual aumenta su probabilidad de supervivencia.
Esta música parece no sólo ayudar a los pequeños, sino también a sus familias. La musicoterapeuta Elizabeth Klinger, afirma que «lo que la terapia musical puede suministrar es esa experiencia de audición pasiva que estimula la relajación del paciente y la participación de la familia». Los propios padres también interpretan esas canciones de cuna porque quieren reconfortar a sus pequeños a través de su voz y los musicoterapeutas les animan a que lo sigan haciendo en casa porque seguirá fomentando su vínculo con el bebé y este se seguirá beneficiando de los efectos relajantes de la música.
Se trata de una terapia que tiene un bajo coste para los hospitales y que genera unos buenos resultados en esos bebés valientes que luchan por salir adelante. ¿No es increíble el poder que tiene la música? Bravo por todos los que investigan sobre lo beneficiosa que puede llegar a ser para las personas y para estos bebés que llegan al mundo antes de tiempo.