¡Qué importante es cuidar nuestro instrumento! Esto es algo que todos los músicos tenemos muy presente. Nos preocupamos de conservarlo siempre en las mejores condiciones posibles. Desde el principio es importante ser conscientes de que la flauta va a necesitar que la cuidemos, pero…¿cómo se cuida una flauta?
Hay que limpiarla siempre después de tocar
Es necesario generar ese hábito en los niños desde el primer momento. Ellos son los responsables de cuidar su instrumento, así que no pasa nada si al principio necesitamos dedicarle más tiempo. ¡Con la práctica cada vez podrán limpiarla más rápido! Los adultos ayudarán o supervisarán en los comienzos y después ya se harán cargo ellos solos.
Hay que limpiar siempre la flauta ya que al tocar se va generando vapor de agua dentro del instrumento que se va condensando y se forman pequeñas gotitas que la humedecen. En el interior de la cabeza de la fauta hay un corcho que permite que esté afinada, y si no limpiamos esas gotitas, se irá pudriendo o llenando de moho y ¡no queremos que eso pase! La flauta también tiene unas zapatillas en las llaves que presionamos con los dedos para producir las distintas notas. Si no limpiamos tanto el cuerpo como la pata de la flauta, esas zapatillas también se humedecerán y habrá que cambiarlas antes de tiempo.
Para limpiar la flauta por dentro necesitamos un palito que suele venir ya en el estuche de la flauta y un trapo de algodón o gasa que enroscaremos alrededor y que nos va a permitir secar bien todo el interior del instrumento. Para limpiarla por fuera podemos utilizar una especie de gamuza que nos va a permitir que no quede ningún resto de suciedad o sudor.
Ten precaución con los cambios de temperatura y humedad
Hay que tener cuidado con dejar la flauta en un lugar con mucho calor o mucho frío. Nunca debemos dejarla al sol o cerca del radiador, tanto si está dentro como fuera del estuche y debemos evitar llevar la flauta en el maletero del coche ya que es un sitio en el que tanto el calor como el frío que se generan son bastante extremos y podría estropearse.
También debemos tener en cuenta si viajamos con la flauta a un clima más húmedo, como puede ser en las zonas de playa, que las zapatillas pueden empezar a hacer algún tipo de ruido por el cambio repentino o el mecanismo puede fallar y las llaves no suben y bajan como deberían. No pasa nada por tocar en un sitio con más humedad, pero hay que tratar de tenerla en el estuche siempre que no estemos tocando.
Si algo no va bien, consulta a tu profesor
A pesar de tenerla bien cuidada, cuando tenemos un instrumento durante muchos años, se pueden ir produciendo desajustes provocados por el desgaste que genera el uso a lo largo del tiempo. Consulta con tu profesor si algo no suena bien y este te dirá si es necesario que lo lleves a un luthier.