Los hermanos pequeños y su aprendizaje musical

El entorno influye en el aprendizaje. La forma en la que los hermanos pequeños de nuestros alumnos aprenden música es un claro ejemplo de ello. Cuando a un niño le rodea la música en un ambiente positivo y cercano, la estimulación, la observación, el enriquecimiento y la curiosidad se despiertan solos.

Los peques que han visto a sus hermanos y papás hacer música suelen comenzar su aprendizaje antes de lo que lo harían en otras condiciones. Además, con frecuencia avanzan los primeros pasos más rápido. Todo esto ocurre gracias a varias circunstancias que son características de nuestra metodología:

estimulaciÓN EN EL entorno

Es frecuente que los hermanos menores vengan a clase acompañando a la familia. Mientras su hermano mayor y papá o mamá hacen la clase, ellos juegan o descansan. Puede parecer que no prestan atención porque están a otra cosa, pero casi siempre están escuchando y mirando la clase. Absorven de todo lo que se aprende y practica a su alrededor. Cuando nos queremos dar cuenta, reconocen las canciones y entonan melodías. Sin pensarlo dos veces, se colocan en una posición perfecta para el saludo de comienzo de la clase.

imitar a los hermanos

Poco a poco, los más pequeños también nos piden participar. Quieren tener su propia flauta y al llegar colocan otra alfombra en el suelo para marcar su sitio en la clase. Sus hermanos y padres son el mejor ejemplo y lo imitan. Sin que nadie se lo pida, empiezan a soplar, a colocar dedos, escuchan las piezas y bailan… ¡O salen al escenario a dar un concierto!

TODOS APRENDEN

La música pasa a ser algo más que empiezan a compartir entre hermanos y refuerza su vínculo. No sólo sirve al pequeño para aprender, sino también al mayor: le ayuda a asentar lo que ya sabe (al hacer de profe para su hermano) y le sirve de motivación para seguir aprendiendo. Es genial cuando pueden empezar a hacer dúos. Por ejemplo, el pequeño hará un acompañamiento fácil para la pieza que está tocando el mayor. O este aprenderá otro más avanzado para adornar una melodía sencilla… La práctica será todavía más divertida en grupo, en equipo, ¡¡una pequeña orquesta familiar!!

 

La escucha intensiva, ¡fundamental en el aprendizaje musical!


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Escuchar música es algo importante para todo ser humano, durante toda nuestra vida y en momentos y circunstancias de todo tipo… Sin embargo, cuando comenzamos a educar nuestro oído o a aprender a tocar un instrumento, la práctica auditiva se convierte en algo imprescindible. Por ello, nuestras clases están siempre llenas de ejemplos musicales, tanto en directo como a través de grabaciones de música de cualquier época, estilo o género.

En el caso de la Estimulación Musical Temprana (niños entre cero y tres años aproximadamente), la escucha de música fomenta el desarrollo de diversas funciones cerebrales, tanto auditivas como generales. Hemos conocido recientemente el proyecto estadounidense Nuryl, donde sus creadores nos explican los beneficios de la estimulación musical en bebés desde el embarazo hasta los dos años y nos ofrecen una aplicación para dispositivos móviles para llevar a cabo esta escucha intensiva de música.

Por otra parte, en las clases de Flauta Suzuki (con niños de a partir de tres años) utilizamos además un material creado especialmente para este aprendizaje: la grabación de las piezas del repertorio tocadas con la flauta acompañada por un piano y  la grabación de estos acompañamientos a parte. Para los alumnos Suzuki de cualquier instrumento, la escucha intensiva de este material es fundamental:
– Para la aprender el repertorio: los niños asimulan de oído y sin esfuerzo aspectos como la afinación, el ritmo o la estructura de cada pieza. Además, se familiarizan también con las piezas más avanzadas del repertorio, reconociéndolas después cuando escuchan a otros niños interpretarlas, por ejemplo. los niños pueden practicar con el cd cuando ya se han aprendido la pieza…
– Para practicar una pieza ya aprendida: pueden hacerlo con los acompañamientos de piano creados a tal efecto o también por encima de la grabación del instrumento.
– Para crear un ambiente idóneo para la práctica del instrumento, por ejemplo escuchando algunas piezas antes de empezar a tocar, mientras nos colocamos y montamos el instrumento.
– Para aumentar su motivación: cuando escuchamos piezas que nos agradan, ¡aumenta nuestro deseo de hacer música!

Independientemente de nuestra educación musical, mayores y pequeños podemos disfrutar de la música juntos, con distintos tipos de escucha según la situación:
– Escucha inactiva: aprovechando para deleitarnos y nutrirnos mientras hacemos otra cosa, ya que nuestro cerebro, aunque no nos demos cuenta, está procesando mucha información de ese material sonoro.
– Escucha activa: concentrándonos en lo que estamos percibiendo, por ejemplo cantando la letra de la pieza si la tiene, entonando las notas, soplando en la cabeza de la flauta o tocando un instrumento de percusión al ritmo, poniendo los digitación de las notas en el instrumento si las conocemos, o incluso leyendo la partitura simultáneamente…
– Escucha en concierto: sin duda esta es la audición más intensa, al disfrutar de la música en directo y compartirla con el propio intérprete, en el ambiente mágico que se genera.

Es muy bueno, además, escuchar música de distintos tipos, estilos y épocas, acostumbrándonos a valorar características muy diferentes en cada ejemplo y ampliando nuestra creatividad y parámetro musical. Os animamos a incluir un poco más de música en vuestro día a día, como una rutina saludable y placentera: en concierto, en el coche, en casa, haciendo deporte, relajándote… ¡Cualquier momento se hace mejor con música!