En nuestras clases utilizamos materiales muy variados para trabajar distintos aspectos musicales con los peques. Desde las estructuras musicales, a la psicomotricidad, pasando por la escucha y el ritmo, nuestros alumnos aprenden de forma divertida utilizando el juego como vehículo de aprendizaje. Hoy queremos compartir con vosotros distintas actividades que hacemos utilizando este material de Flying Tiger…¡unos simpáticos huevos de madera! Originalmente este es un juego pensado para trabajar el equilibrio a través de la destreza manual, pero nosotras le hemos buscado muchos más usos que nos permitan usarlos en nuestras clases de música. Hoy os contamos dos de ellas:
HUEVITOS DORMILONES
Este juego es una variante del conocido juego de las estatuas. Cada niño tiene su huevo apoyado en su soporte de colores que le hace de cama para dormir. Todos los huevitos empiezan dormidos porque hay silencio alrededor. Cuando la música empieza a sonar se despiertan y empiezan a bailar. Cada uno mueve su huevo al compás de la música y cuando ésta para lo tiene que poner a dormir hasta que se reanude. Podemos poner distintos tipos de música para que los peques investiguen las distintas posibilidades de movimiento que tienen estos objetos.
¿Qué trabajamos con este juego?
- Psicomotricidad (movimientos de brazos y manipulación de objetos con las manos)
- Escucha activa (movimiento corporal unido a la escucha)
- Asociación de música y emoción (distintos movimientos en función a la música que escuchamos)
- Concentración (reacción ante la presencia o ausencia de música)
- Creatividad (exploración libre de los distintos movimientos que pueden hacerse con los objetos)
¿A quién va dirigido?
Este juego está pensado para hacer en las clases de Baby Music con los grupos de niños que oscilen entre dos y tres años. También se puede realizar con niños más mayores, animándoles a que encuentren distintos movimientos…¡os sorprenderá la cantidad de cosas que se les ocurren!
LA GRANJA
Colocamos todos los huevos en fila a nuestro lado y mirando hacia los niños. Les decimos que estos cinco huevos viven en nuestra granja, pero son muy aventureros y están deseando irse a la suya. A los huevitos les gusta mucho el sonido de la flauta y este les va a guiar hasta ellos. Con este juego podemos trabajar aspectos muy distintos con el instrumento dependiendo de lo que queramos reforzar con el alumno en ese momento. Es un juego de repetición que nos sirve para consolidar distintas habilidades. Podemos decir que para pasar tienen que escuchar la nota «si» con un sonido sin aire, tocar un trozo de una canción con una coordinación de dedos precisa o incluso una frase de una canción realizada en un único soplido. ¡El objetivo lo marcamos nosotros en función de lo que queramos conseguir!
¿Qué trabajamos con este juego?
- Concentración (focalizando la atención en el aspecto indicado para conseguir que el huevo pase a su granja)
- Autoestima (fijando un objetivo que supone un reto abarcable para el alumno, por lo que se siente bien al ver que va consiguiendo que los huevos vayan a su granja y cada vez con más facilidad)
- Consolidación de habilidades (repetir nos permite que lo que estamos trabajando se fije en el sistema)
¿A quién va dirigido?
Este juego está pensado para hacer en las clases individuales de Flute&Fun con niños a partir de los tres años. Es un juego que ellos mismos nos piden repetir en distintas clases y que puede adaptarse a lo que estamos trabajando.
Y vosotros…¿cómo usaríais este material en clase o en casa?