Crear actividades basadas en el juego y la experimentación está a la orden del día para cualquier profe que trabaje con niños pequeños. Nosotras, como profes de flauta travesera, utilizamos materiales muy diversos para trabajar aspectos que consideramos fundamentales para el desarrollo de nuestros alumnos. Por eso hoy, os traemos esta propuesta de dos juegos para potenciar el oído de distintas maneras con un material muy sencillo y accesible para todos…¡los cascabeles! Estas actividades pueden hacerse en clase y en casa. Son divertidas y fomentan la concentración y la escucha en los niños mientras agudizan su oído.
¿En qué piso vivo?
Podemos empezar eligiendo cuatro cascabeles con dos colores distintos. Cada color representa a una nota. Nosotras hemos hecho este juego con las notas SI y LA porque son las primeras que nuestros alumnos aprenden con la flauta travesera, pero puede hacerse con las dos notas que se quiera.
Indicamos en cuál de las dos notas con las que estamos trabajando va a empezar nuestra secuencia de cuatro notas. A continuación tocamos la secuencia y el alumno tiene que colocar los cascabeles acordes a las notas que ha escuchado. Por ejemplo, asociamos el morado al SI y el azul al LA. Tocamos la secuencia si- la – la – si y el alumno debe de colocar los cascabeles morado- azul- azul- morado.
Cuando ya veamos que el alumno realiza las secuencias con facilidad podemos aumentar un poco la dificultad. Empezamos a realizar la secuencia sin indicar en cual de las dos notas estamos empezando. Este juego podemos ir complicándolo haciendo secuencias más largas. Otra opción sería realizar el juego con tres notas que nos ofrece la posibilidad de trabajar arpegios, etc.
¿Cuántos somos?
Con este juego vamos a trabajar con la intensidad o volumen sonoro. Necesitamos dos botes que sean opacos para que no podamos ver lo que hay en su interior. En cada bote metemos un número de cascabeles distinto. Al principio debemos de exagerar más la cantidad de cascabeles que metemos en cada uno. Podemos elegir, por ejemplo, adivinar en cuál hay más cascabeles. Para ello agitaremos primero un bote y luego otro.
Para ir complicando el juego podemos poner cada vez un número más parecido de cascabeles en ambos botes o poder agitarlos solo una vez antes de aventurarnos a adivinar.
Una variante de este juego, podría ser el Memory Musical, en el que no tenemos que distinguir el volumne sonoro si no el timbre. Os dejamos un enlace al post en el que os explicamos cómo realizar un Memory Musical en casa de forma muy sencilla.
Os animamos a que probéis a hacer estas actividades con los peques y si queréis nos contéis si les han gustado, dejando un comentario en este post o en cualquiera de nuestras redes sociales como Facebook o Instagram. ¡Aprender es divertido!