Tres juegos para la duración del sonido

Tres juegos para la duración del sonido
Como ya sabréis, la flauta travesera es un instrumento de viento y como todos los instrumentos de viento… ¡Necesita aire para poder sonar! Aunque dicho así parece muy sencillo, hay muchos parámetros que tenemos que controlar: la posición de los labios y la embocadura, la dirección del aire así como la velocidad, cantidad y duración del mismo. Por eso, hoy os queremos proponer tres juegos para trabajar la duración del sonido (a través del soplido). Esto no lo hacemos con los alumnos que están empezando con el instrumento sino un poco más adelante, cuando ya controlan varias canciones. Cuando empiezan, es mucho más sencillo emitir sonidos cortos y una vez que los dominan, podremos trabajar con la respiración y la capacidad pulmonar para mantener sonidos más largos. Esto nos permitirá ir pasito a pasito hasta que lleguemos a realizar ligaduras y  frases musicales enteras sin respirar.

En los tres juegos que os contamos a continuación, vamos a trabajar visualmente con la duración de nuestro soplido. Ahora veréis que unos son más precisos que otros, pero todos tienen como objetivo ayudarles a entender que el aire que se convertirá en sonido dentro de su flauta, puede ser más largo o más corto y podrán experimentar con esa idea desde el juego.

CONVIRTIENDO EL AIRE EN LANA

Para ello solo necesitamos un ovillo de lana y unas tijeras. Colocamos el ovillo delante de ellos y todo el tiempo que están soplando vamos desenrollando el ovillo. Cuando dejen de soplar, paramos y cortamos el hilo que haya salido del ovillo. El objetivo es intentar conseguir que las siguientes veces que soplemos vayamos consiguiendo hilos más largos. Podemos preguntarles cuál creen que ha sido el soplido más largo y luego poner todos los hilos y ver si han acertado para ayudarles a tomar conciencia de la propia duración de su soplido.

Este juego también puede hacerse mientras soplan una nota con la flauta. Normalmente les pedimos que hagan tres soplidos para empezar con un objetivo que no sea muy exigente. Además así se pueden llevar los hilos a casa y hacer una «trenza de soplidos» 😉

CARRERAS DE SONIDO

Para este juego necesitamos unos coches de juguete y un circuito que podemos hacer pegando cinta de pintor en el suelo. Podemos crear un circuito distinto cada vez. El juego consiste en soplar una nota con la flauta y mientras dure el sonido se moverá el coche. Una vez pare el sonido se parará el coche. Cambiamos al otro jugador que hará lo mismo. Así vamos alternando hasta que uno de los coches llegue a meta. También puede hacerse con un solo coche y el objetivo será contar en cuántos soplidos podemos hacer el circuito e intentar que cada vez que hagamos el circuito lo hagamos con menos cantidad de soplidos.

CRONÓMETRO DE NOTAS

En este juego sólo nos hace falta un cronómetro como el que tienen los móviles. Cuando empieza el sonido empezamos a cronometrar hasta que pare. De una semana a otra podemos entrenar a ver si vamos progresivamente aumentando la duración de las distintas notas. Nosotras empezamos haciendo este juego con el si grave, que es la primera nota que aprenden con la flauta.

Estos son algunos de los juegos que hacemos en clase y que os animamos a hacer también en casa. También podéis crear vuestros propios juegos. ¡Imaginación al poder! Y vosotr@s… ¿qué otros juegos hacéis para trabajar la duración del sonido?

Cinco beneficios de tocar en público

Regalar la música al público es una de las mejores sensaciones que puede experimentar un músico. Nosotras lo practicamos con nuestros alumnos desde el primer día en que empiezan a tocar el instrumento, con conciertos a solo y en conjunto. Participamos todos juntos en un gran grupo, tanto los que llevan años aprendiendo a tocar la Flauta Travesera como aquellos que acaban de iniciarse.

Además de pasarlo fenomenal, hacer conciertos nos aporta mucho a nivel personal. Os  contamos cinco beneficios de tocar música en público:

1. mejora la autoestima

A través de la música nos expresamos, mostrando a los demás aquello que nos gusta y somos capaces de hacer. ¡Lograr nuestras metas y compartirlo con nuestra familia y amigos nos hace sentir muy bien!

2. refuerza el grupo

Todas las semanas hacemos nuestra clase grupal, donde tocamos con los compañeros y resto de familias. Ensayamos y preparamos juntos los conciertos, sintiéndonos parte fundamental de un equipo y viviendo esas emociones con nuestros compañeros.

3. ejercita la comunicación

El hecho de ejecutar una pieza musical en un escenario frente a los demás nos entrena para cualquier otro tipo de comunicación en público. Cada concierto que hacemos ganamos en control y confianza en ese tipo de situaciones, como actuar o hablar en público.

4. MArca objetivos

Tener una agenda de conciertos regulares nos ayuda a planificar mejor nuestra práctica y esfuerzo. Desde muy pequeños, los niños se organizan a largo plazo, pensando en la pieza que les gustaría preparar para el siguiente concierto o en aquello que han escuchado tocar a un compañero y podrán aprender cuando hayan avanzado.

5. COMPLETA EL APRENDIZAJE

Gracias a los conciertos, los alumnos entienden que lo mejor de la música es compartirla con los demás. Es todo un lujo poder disfrutar tocando y hacer disfrutar al que te escucha al mismo tiempo. Es una de las mejores recompensas al esfuerzo y dedicación de nuestra práctica y estudio.

Nosotras planteamos estos eventos siempre desde un enfoque positivo, respetando a cada niño y su deseo de tocar o de mantenerse en el público para escuchar y aplaudir a los demás. Organizamos al menos tres conciertos a lo largo del curso, además de encuentros nacionales y otras actividades en las que siempre se toca también en público. ¡Os invitamos al próximo!

Encuentro Nacional en Valencia, ¡inolvidable!

El pasado lunes 1 de mayo tuvo lugar el II Encuentro Nacional de Flauta Suzuki. Lo celebramos en Valencia y asistimos alumnos de la Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía y M
adrid y profes de Holanda, País Vasco, Madrid y Comunidad Valenciana… ¡Fue una experiencia fantástica!

Preparado con cariño

Llevábamos meses organizando todo con mucho cariño y cuidado junto con Altea, profe de Flauta Suzuki de Valencia. Repertorio, horarios ¡y hasta camisetas! Los profesores Suzuki trabajamos mucho en grupo y compartimos ideas y materiales, así nuestros alumnos pueden disfrutar aún más cuando se encuentran para hacer música.

Clases para todos

Queríamos que además de divertido fuese un día de aprendizaje muy provechoso para los alumnos. Desde el día anterior, los alumnos que quisieron pudieron hacer clase individual con nuestra profesora formadora, Karen Lavie. Además, durante el día del encuentro nos dió tiempo a aprender un montón. Empezamos la jornada con un Play Together, tocando todos juntos, ¿qué mejor manera de conocernos y escucharnos?  A continuación, repartimos a los alumnos por edades y niveles e hicimos dos clases grupales, intercaladas con un merecido descanso.

Después de la hora de comer, volvimos con mucha fuerza para una última sesión antes del concierto. Los grupos de pequeños y medianos lo pasaron bomba en una clase de Dalcroze, bailando y jugando con música. Mientras tanto, los mayores aprendieron sobre escalas y teoría musical con juegos y materiales de Music Mind Games.

El concierto en la plaza, ¡momento estrella!

Repusimos un poco las fuerzas con merienda, nos pusimos las camisetas, ¡y salimos a la plaza de Artur Piera! Deleitamos con 14 piezas musicales a las familias, amigos y gente que paseaba por ahí y se quedó a vernos. Empezamos el concierto con los alumnos mayores y las piezas más avanzadas, ¡la primera fue la música de la película Harry Potter! Según avanzaba el programa, se fueron levantando los niños que ya tocaban en cada pieza. Terminamos todos juntos con nuestra pieza estrella, Mary tiene un corderín.

Motivación y más ganas de aprender

Lo mejor del encuentro es el disfrute de los alumnos y la motivación con la que vuelven a casa. Conocer a otros compañeros y familias y compartir la música que aprenden y practican cada semana es la mejor recompensa a su esfuerzo. Estos días especiales les cargan de energía para continuar aprendiendo y querer afrontar nuevos retos musicales.

A nosotras nos llena de alegría ver que lo pasan así de bien y que nos preguntan cuándo volverá a haber otro encuentro. Nuestra próxima cita es el Curso Nacional, la última semana de julio.   ¡Seguiremos llenando nuestras agendas de música y volverán a encontrarse con sus amigos de flauta!

 

Principios de la Filosofía Suzuki

Hoy queremos contaros un poco sobre la filosofía en que basamos nuestra metodología. Es precisamente el tema que tratamos el pasado sábado en la segunda reunión de la Escuela de Padres Suzuki de este curso. Los papás y mamás de los alumnos son un pilar fundamental en nuestro modelo de aprendizaje. Por ello, las profes de Little Musical Steps quisimos recordar con ellos esta filosofía y compartir ideas y opiniones.

También aprovechamos la sesión para poner nuestras agendas de conciertos y actividades musicales al día y compartir vivencias y experiencias de la rutina musical en casa. Aquí os resumimos cuáles son los Principios del Método Suzuki y cómo los aplicamos en clase y en casa:

– «todos los niños pueden»

El talento no es innato, sino que se desarrolla, mientras proporcionemos al niño el entorno y estimulación suficiente. Suzuki defendía la idea del “aprendizaje de la lengua materna”. Si todos los niños de Japón pueden hablar japonés, también pueden aprender el idioma de la música, a través de un instrumento. Un niño empieza a hablar despacio, pronunciando con dificultad y tras mucho tiempo escuchando ese lenguaje a su alrededor. A base de práctica diaria, todos terminamos hablando con fluidez y control nuestro idioma.

– enfoque positivo

Necesitamos paciencia, constancia y confianza en el aprendizaje musical de los niños. Es importante enfatizar lo que el niño hace bien, despersonalizar los errores y evitar comparaciones que no sean constructivas.

– participación de los padres

Este aprendizaje se basa en integrar la música en el entorno familiar, lo cual es imprescindible también para la motivación de los niños.  Los papás o mamás vienen a clase con los niños y aprenden a tocar el instrumento. De esta forma, pueden compartir la experiencia y llevarla a su rutina familiar. Además, ¡el hecho de que el adulto aprenda a tocar le hace comprender las posibles dificultades del instrumento!

– edad temprana

Suzuki decía “rara vez se es demasiado joven y nunca  demasiado mayor para empezar ”. Cuanto antes comencemos con el aprendizaje musical, antes desarrollaremos el oído. Por otra parte, fijamos metas pequeñas para gente pequeña, teniendo en cuenta que la velocidad de aprendizaje está relacionada con la edad y el desarrollo del niño.

– escucha intensiva

Es imprescindible que los niños escuchen música. No sólo nuestras piezas del repertorio y otras del instrumento, sino cualquier música de calidad y que guste en el hogar. Suzuki insistía en que escuchar a los mejores intérpretes nos llevaría a desarrollar nuestro sonido e interpretación a un alto nivel.

– repertorio en común

En Suzuki compartimos repertorio a nivel internacional. Esto nos permite disfrutar de tocar con alumnos y profesores Suzuki de todo el mundo y participar en encuentros y cursos de nuestro instrumento o de otros.

 

Si buscas una manera de aprender música en familia, disfrutando y jugando con los peques, no lo dudes y prueba una clase sin compromiso… ¡Esta es tu metodología!

Aprendemos a sentir el ritmo en Baby Music

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El ritmo está en cada momento de nuestra vida, en nosotros mismos y en todo lo que nos rodea: podemos percibir los cambios de ritmo de nuestro corazón, identificar el ritmo con el que suena la lavadora o atender a los complicados ritmos de los cantos de los pájaros a nuestro alrededor, por ejemplo.

En la música, por supuesto, el ritmo es un elemento indispensable para que el material sonoro tenga sentido y para que distintos intérpretes puedan tocar en conjunto, desde un dúo hasta una orquesta sinfónica… ¡Sin ritmo no podemos ponernos de acuerdo!

Además, nuestro sentido del ritmo es algo que tenemos dentro de nosotros desde que nacemos, los bebés se duermen con el ritmo constante de los brazos que lo acunan, se relajan con el latido del corazón del otro y ¡se divierten con el galope en las piernas del mayor!…

Por todo esto, el ritmo está siempre muy presente en nuestras clases. Os contamos algunas formas en que lo trabajamos con los más pequeños, en Baby Music:

  • Palabras: en nuestros ritmos más simples y pegadizos convertimos algunas sílabas en golpes de percusión en instrumentos o en el cuerpo… Por ejemplo, cantamos «chiqui chiqui bam bam», preparando las manos y percutiendo en «bam bam». Utilizamos nuestra imaginación para sustituir las palabras por otras cosas que nos gustan, como los sonidos de animales: «chiqui chiqui ¡guauuu guauuuu!»
  • Coreografías: usamos las letras de nuestras canciones para representar escenas e historias y lo hacemos al ritmo de la canción. Por ejemplo, a nuestros peques les encanta la canción del Soldado y la Bailarina, en la que brincamos con el primer personaje pero nos deslizamos con movimientos largos para el segundo.
  • Instrumentos: la percusión con instrumentos es una parte muy importante de nuestras clases de Baby Music, a los peques les encanta. Usamos canciones especiales para hacerla, alternando tocar en grupo y a solo e intentando que cada día experimenten con distintos instrumentos (tambores, maracas, cascabeles, cajas chinas, triángulos…).
  • Audiciones: en cada clase hacemos una audición nueva y un elemento muy importante para sentirla y representarla es su ritmo. Por ejemplo, en la Marcha Húngara número 5 de Brahms, nos lo pasamos pipa bailando al son de los distintos ritmos y tempos que se suceden.

Cuanto más desarrollado tengamos el sentido del ritmo, con más facilidad afrontaremos el aprendizaje de un instrumento musical, como la flauta.  Cuando los niños pasan a esta nueva etapa llevamos nuestra interpretación de ritmos a más complejidad: uniéndolo con alturas para hacer melodías, comenzando los primeros pasos de la lectura musical al representarlos por escrito, interpretando distintos patrones simultáneamente con otros compañeros… ¡El juego no ha hecho más que comenzar!

Nurtured by Love, ¡lectura Suzuki imprescindible!

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Trabajando en la revisión de» Nurtured by Love» para la nueva traducción al castellano de la Asociación Mexicana del Método Suzuki.

Hoy en nuestro blog os queremos hablar sobre algunos principios de la filosofía de Shinichi Suzuki, que aparecen en el libro más importante que escribió sobre ello: Nurtured by Love. En estos meses, además, estamos colaborando con la Asociación Mexicana del Método Suzuki en la revisión de la nueva traducción que han hecho del libro, original de 1966. ¡Aprendemos un poco más con cada nueva lectura!

Como os contamos en un post anterior con algunas características de nuestra pedagogía, Suzuki creó el Método de la Lengua Materna, basándose en el hecho de que todos los niños de una misma región o país consiguen hablar a la perfección el idioma de su entorno. Esto ocurre porque a los niños se les da oportunidad de desarrollar esta habilidad, con una educación y un entrenamiento técnico adecuado, estimulados desde su nacimiento en su entorno: este método educativo funciona y el propósito de Suzuki fue trasladarlo al aprendizaje de la música y compartirlo para llevarlo a cualquier otra disciplina.

Además, Suzuki creó el movimiento de la educación del talento, ya que creía firmemente que la habilidad humana no es innata: todos los niños, al nacer, reciben de la Naturaleza una fuerza vital que provoca en ellos un deseo profundo por vivir. Como he declarado constantemente en mis treinta y tantos años de experiencia, estos niños adquieren después sus habilidades individuales, de acuerdo al desempeño de tal fuerza vital y de cómo se vayan adaptando al entorno en que se sitúan.

Esto nos convence de que todos los niños pueden aprender a tocar un instrumento y el lenguaje de la música, sin excepción. Con la educación correcta y la paciencia y constancia suficientes, cualquier niño es capaz de aprender. No debemos esperar los primeros resultados en seguida, sino continuar estimulando en nuestro empeño sin prisa, adaptándonos al niño. Este aprendizaje se producirá como el proceso en que crece una semilla en la tierra: después de plantarla la regaremos regularmente y dejaremos que absorba el agua y el resto de nutrientes de la tierra, para que un día, cuando menos lo esperemos, asome su tallo.

Shinichi Suzuki dio innumerables conferencias y escribió varios libros sobre su filosofía durante su vida. Nosotras os animamos a que os acerquéis a Nurtured by Love, traducido tanto al inglés como al castellano. Como Suzuki decía, siempre debemos seguir aprendiendo y siempre podemos convertir nuestras vidas en algo mejor.

 

 

Juegos para despertar a nuestras flautas

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Estamos a principio de curso, con muchos nuevos alumnos y familias de Flauta Suzuki comenzando su aprendizaje y jugando sin parar a despertar a sus nuevas flautas traveseras.

Casi todos hemos hecho sonar alguna vez una embocadura de flauta de pico (como las del cole), en la que resulta bastante sencillo emitir un sonido cualquiera. Sin embargo, la flauta travesera tiene una embocadura especial, distinta de la del resto de instrumentos de viento, y no suele ser fácil hacerla sonar a la primera. Por eso, en clase os enseñamos muchos trucos, practicamos con juegos y, poniéndole un poco de paciencia, ¡a todos y todas nos acaba sonando de maravilla!

La recompensa es enorme, puesto que empezamos a hacer música a través del instrumento. Además, cuando ya hemos aprendido y nos suena con regularidad podremos mantenerlo para siempre… Algo así como montar en bici, ¡no se olvida nunca!

Nuestros pífanos, esas pequeñas flautas traveseras de plástico que utilizamos en la primera etapa de aprendizaje, constan de dos partes: la cabeza (donde se ubica la embocadura) y el cuerpo (donde colocamos las manos y en concreto cada dedo en el orificio que corresponda). Para la práctica del soplido en el instrumento y conseguir que suene más fácilmente, haremos unos cuantos juegos utilizando solamente la cabeza.

Durante todas estas actividades para aprender a soplar en clase, además de que la profe y el papá o mamá coloquen la embocadura al niño para mostrarle cuál es la posición adecuada, también jugamos a que el niño sea quien lo coloque a los mayores, ya que le sirve para visualizarlo y entenderlo desde fuera.

dos  juegos para  la embocadura y  los primeros soplidos

  • «Hacer canasta»: ¿a quién no le gusta jugar a encestar? Vamos a convertir nuestro aire en la pelota del juego y el agujero de la embocadura de la flauta será la canasta… Si conseguimos que suene, habremos encestado: inspiramos, botamos, lanzamos… ¡Dos puntos!
  • «Abierto y cerrado»: la cabeza suelta de la flauta, sin ninguna resistencia, produce un sonido bastante agudo; pero si la tapamos con la palma de la mano, obtenemos otro sonido mucho más grave. Esto nos permite jugar a infinidad de cosas con esas dos alturas: inventar o repetir ritmos que las alternen, cerrar los ojos y adivinar cuál ha sonado, hacer acompañamientos  sencillos para las canciones que tocan los compañeros más avanzados… Y si el movimiento tapando con la mano lo hacemos muy rápido lo que suena es… ¡Que vienen los indios!

Juegos de dedos, ¡nos encantan!

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Los juegos de dedos son una parte imprescindible en nuestras clases: además de divertidos y musicales, son muy útiles y ¡valen para todos! Desde los bebés más pequeños, para los que supone una estimulación para trabajar sus primeros movimientos, hasta niños más mayores y adultos, para controlar movimientos muy exactos de sus dedos en el instrumento…

Muchos juegos de dedos son además parte de nuestra tradición, ¿quién no se sabe Cinco lobitos tiene la loba? Son muy buenos para cantar delante de los bebés desde pequeños, transmitiendo música y rima, estimulando el oído, el habla, el lenguaje, la memoria… Poco a poco, los bebés empiezan a usar los dedos por separado, imitando nuestros juegos tanto en música como en movimiento.

Esta práctica tiene distintas ventajas para los niños: a nivel general, les ayuda a desarrollar su psicomotricodad fina, necesaria para su día a día en infinidad de situaciones (agarrar objetos o comida, pulsar un botón, abrocharse…) y a nivel musical prepara sus dedos para empezar a tocar casi cualquier instrumento.

Compartimos con vosotros algunos de nuestros juegos o herramientas para trabajar la psicomotricidad fina:

  • Marionetas de dedos: son super divertidas, a los niños les encantan y las usamos en canciones, audiciones, ritmos… Empezaremos colocandolas en el dedo índice y poco a poco las usaremos en el resto de deos también, moviéndolos de forma independiente.
  • Canciones, audiciones y nursery rhymes, que representamos con nuestros dedos e imaginación: gusanitos que se mueven, flores que crecen, gotitas de agua que caen… ¡Seguro que podéis inventar algunas! También tenemos piezas específicas para mover nuestros dedos y manos, como la canción de las abejas: juntamos dedos de dos en dos, al ritmo de zum, zum, zum, hacen zum, zum, zum, las abejas van volando y la miel recolectando
  • ¡Dedos a dormir!: numerados del uno al cinco, jugamos a apoyarlos en el suelo bien separados, como si estuvieran cada uno en su camita. Repasamos los números mirando cada uno de ellos, ¡les tapamos con una mantita o les ponemos una almohada! Después los despertamos de uno en uno y entonamos una canción para cada dedo, en orden durante los primeros meses y aleatoriamente cuando ya nos los hemos aprendido.

Los juegos de dedos nos sirven para aprender música, movimiento y rima a la vez y pueden practicarse casi en cualquier momento o lugar, por supuesto también ahora en verano… ¡Dedos al aguaaa!

¿Cuándo pasar a la siguiente pieza del repertorio?

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El repertorio Suzuki está muy organizado: cada instrumento tiene su metodología adaptada, su formación específica para el profesorado y sus propios libros. En el caso de la flauta contamos con 12 volúmenes que recogen el aprendizaje del instrumento desde los primeros soplidos hasta el nivel profesional.

El volumen 1, con el que inician el aprendizaje nuestros alumnos, supone una evolución técnica y de madurez musical muy grande para ellos: consta de 17 piezas, siendo la primera la popular canción Mary tiene un corderín y la última la Bourré de Handel, por lo que comienzan aprendiendo canciones infantiles y lo terminan interpretando piezas complejas y de calidad musical.

Todos los niños Suzuki van aprendiendo las mismas piezas, lo que facilita que desde el primer día de clase puedan tocar en grupo, aprender del compañero e incluso compartirlo también con alumnos de otros instrumentos en conciertos, cursos y eventos especiales.

Cada pieza del repertorio Suzuki tiene varias etapas de aprendizaje:

Trabajo previo:

Antes de abordar el trabajo propio de una pieza, vamos practicando su «teaching point»: aquel aspecto musical que va a costar un poco más al niño por ser novedad o de mayor dificultad con respecto a lo anterior. Esto también va a suponer un avance técnico para el alumno, así como en el propio repertorio, ya que los libros Suzuki están pensados para que haya escalones periódicos de dificultad que tienen su recompensa en varias piezas sucesivas de las mismas características, de manera que el alumno alterna la dificultad con el disfrute de haber realizado ese esfuerzo.

Trabajo propio de la pieza: 

Trabajaremos de muy diversas maneras para llegar a controlar la pieza e interpretarla de memoria con su acompañamiento y en concierto: cantándola con su letra, cantándola con sus notas, representando las notas con partes del cuerpo, dramatizando la estructura de la canción con una historia, pintando símbolos para sus notas o para las partes de la historia, acompañándola con percusión, con el piano, haciendo juegos…

Después de la primera fase en que cantamos las notas de la canción como una «segunda letra», el alumno alcanza madurez en la pieza: la entiende y controla en cuanto a alturas, estructura, memorización, etc. Es en ese momento cuando podremos empezar el trabajo previo de la siguiente pieza, terminando simultáneamente de perfeccionar ésta.

Trabajo de repaso:

Este paso también es importante. El repaso de todas las piezas aprendidas debe ser constante y nos sirve tanto para dar ejemplo a otros compañeros, como para aprender cuando tocamos solos: por ejemplo, para ejercitar nuestra memoria o para darnos cuenta de que hemos mejorado la calidad de nuestro sonido, el control del aire, o la velocidad de los dedos…

Al igual que ocurre en el resto de nuestras clases, este aprendizaje se lleva a cabo siempre desde un punto de vista positivo, evitando cualquier tipo de competitividad y buscando que cada niño disfrute de la música y aprenda según sus necesidades, a su propio ritmo.

Sapiens, un nuevo espacio para hacer felices a los niños gracias a la música

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Laura Dudley en el aula para bebés de Sapiens

Sabías que ya desde el vientre materno tu bebé es capaz de responder a estímulos musicales? Increíble, ¿verdad? Tu recién nacido será capaz de reconocer melodías mucho antes que palabras. La música es simplemente maravillosa… Ya nuestras abuelas, con sus canciones de cuna transmitidas de generación en generación creaban, sin saberlo, esa sensibilidad musical, fomentaban ese vínculo especial con la música.

La música hace felices a los niños y cuanto antes empiecen mejor. Los bebés son receptivos a los estímulos musicales: reconocen melodías, timbres de instrumentos o voces y ritmos, incluso son capaces de hacer sonar en grupo los instrumentos de percusión. ¡Fascinante!

Además de pasarlo bien mientras aprenden, la música también consigue que se creen ciertas conexiones neuronales necesarias para su desarrollo cognitivo en sus primeros años: el habla y la comprensión lingüística a través de las canciones, el razonamiento espacio-temporal por los patrones y estructura de la música, habilidades sociales al crear música en conjunto, habilidades motrices y de coordinación en la ejecución de ritmos o bailes… Y, por supuesto, la música hace también que se desarrollen profundamente habilidades auditivas, de atención, de memoria, y aspectos como la autoestima, la creatividad, la disciplina o incluso la paciencia.

En nuestras clases buscamos un ambiente distendido y familiar, en el que grandes y pequeños nos encontremos a gusto para sacarle el máximo partido a la actividad. Compartimos momentos cantando, reconociendo melodías, ejercitando nuestros dedos y manos, tocando percusión, teatralizando música… Nos gusta que los niños participen y se sientan parte del grupo, por lo que trabajamos los turnos y, una vez pueden hablar, toman decisiones y hacen la clase: «¿qué color cantamos hoy?», «¿nos apetece entonar antes la escala o el arpegio?»

Las mamás y papás son fundamentales en todo momento, son el apoyo y estímulo que el niño necesita para la clase y para llevar la música al día a día. Nuestras clases son bilingües (castellano-inglés), pero no es necesario ningún conocimiento previo del idioma  por parte del niño o el adulto.

A partir de ahora tenemos una nueva aula donde poder desarrollar todas estas actividades. Nos encantará que nos visites en Sapiens, donde estaremos todos los martes a las 17:00 y a las 18:00 horas. Si tu peque tiene entre 0 y 3 años no dudes en probar una clase. Tenemos grupos acordes a su edad y tú podrás disfrutar viendo a tu hij@ desarrollar esa habilidad innata que todos tenemos. ¿Te vienes a conocernos?

Sapiens: Calle Mártires Concepcionistas 12, Madrid. Metro Manuel Becerra/Goya.